Unos cien coches y sus conductores terminaron varados en un lodazal por seguir las indicaciones de la popular app Google Maps.
Las personas que finalmente terminaron atascadas buscaban evitar las demoras provocadas por un corte tras un accidente en la carretera al aeropuerto de Denver, en Estados Unidos.
Por eso, buscaron en Google Maps un camino alternativo, pero nunca se imaginaron adónde los guiaría la aplicación.
Fueron derivados a una ruta que, por las intensas lluvias, estaba inundada y se había convertido en una enorme piscina de barro. Los automóviles no pudieron atravesarla y muchos de ellos se quedaron allí varados.
La enorme cantidad de coches varados y todo el barro que se acumulaba alrededor generaron gran caos en Colorado. De seguro estos conductores lo pensarán dos veces antes de volver a confiar en Google Maps.