Aunque la crisis económica viene siendo un alto costo para el Gobierno, hay un as en la manga que se guarda el oficialismo para sacar pecho en lo que queda hasta las elecciones presidenciales de octubre: Vaca Muerta.
Se trata del jugador estrella al que apuestan en la Casa Rosada, aquel por el que se están invirtiendo varios cientos de millones de dólares, una parte de lo que Cambiemos prometió en el 2015.
En la Casa Rosada admiten que Vaca Muerta será uno de los ejes de campaña, junto a la energía renovable, la lucha contra el narcotráfico y la realización de obras públicas sin denuncias por corrupción.
Incluso, en una de sus primeras apariciones públicas como candidato a vicepresidente de "Juntos por el cambio", Miguel Ángel Pichetto enfatizó que Vaca Muerta es "el corazón del futuro argentino".
Gracias a este megayacimiento, Neuquén es una de las pocas provincias en las que hay crecimiento real del empleo privado. En marzo hubo 120.898 trabajadores registrados, contra 113.686 de diciembre de 2015.
Las operadoras con áreas en la cuenca neuquina tienen compromisos de inversión por 5.343 millones de dólares para el 2019. La suma prevé solo lo que pondrán sobre la mesa para producir petróleo y gas. El grueso lo destinarán al desarrollo de nuevas áreas.
Inversiones y balanza comercial energética
El polo de atracción para empresas extranjeras reside en un desarrollo masivo del shale y en una formación sedimentaria con baja permeabilidad que contiene hidrocarburos no convencionales.
Este desarrollo es una respuesta al declive natural de los yacimientos convencionales (que "envejecen" y tienen menos productividad) y a la demanda de combustibles y de productos derivados, que obligó a la Argentina a ser importadora neta en los últimos diez años.
Según anticipó el presidente de YPF, Miguel Ángel Gutiérrez, se van a necesitar inversiones por entre 15.000 y 20.000 millones de dólares durante los próximos 10 años para desarrollar la cadena de agregado de valor de los recursos en la cuenca neuquina.
Sobre la futura planta de GNL proveniente de Vaca Muerta en la localidad bonaerense de Bahía Blanca, ya se conoció la adhesión explícita de las principales petroleras productoras como Pan American Energy, Tecpetrol y Exxon.
Hasta el año pasado, la Argentina tenía que importar una mayor cantidad de gas y combustible líquido, pero para 2020, según el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, el país se convertirá en "exportador regular de petróleo liviano".
Es tal el convencimiento que el Gobierno está trabajando en simplificar el proceso de exportaciones para las empresas petroleras. La idea es facilitar el negocio, otro factor clave en la captación de inversiones.
La idea es que la cifra de mayo, mes en el que se exportaron en promedio 6,2 millones de metros cúbicos de gas, crezca en la medida que el desarrollo continúe en una curva ascendente e impacte en su experiencia exportadora.
Exportaciones
Gutiérrez también manifestó que la Argentina está en condiciones "en el corto plazo" de ofrecer a los países limítrofes unos 25 millones de metros cúbicos de gas, mediante la ampliación de las ventas a Chile, Brasil y Uruguay.
Es más: según sus proyecciones, la cuenca neuquina alcanzará este año los 220.000 barriles shale y convencional, pero "el año que viene va a aumentar 40% con la posibilidad de estar exportando 70.000 barriles por día".
El presidente y CEO de Tecpetrol, Carlos Ormachea, explicó que el país ahorrará unos 3.600 millones de dólares al utilizar la producción creciente del no convencional de Vaca Muerta.
"Si no existiera Vaca Muerta, el costo de la energía para el resto del país sería US$ 1.700 millones más caro, lo que permite afirmar que estamos ante una realidad absoluta y ya no una promesa", dijo Ormachea.
En diálogo con Vía País, el expresidente de YPF y exsecretario de Energía Daniel Montamat coincide con esa opinión. "Vaca muerta va a ser 'vaca viva' más allá de este gobierno. El potencial que tiene da para varios períodos y para desarrollar ese potencial se necesitan política a largo plazo. Demanda muchísima inversión, son 15.000 millones de dólares por año si se suma infraestructura", analizó Montamat.
Y agregó: "Los cálculos nos daban que en dos años recuperábamos el equilibrio de la balanza comercial energética. Estamos presuponiendo que a mediados de la próxima década (2025), el país va a estar con una situación superavitaria de 5.000 millones de dólares en la balanza comercial energética".
En la actualidad, según datos oficiales, Vaca Muerta está explotada en un 4 por ciento, que son aproximadamente unos 700 pozos. Si se considera el 100% de su potencial, serían unos 25.000 en un área total de 35.000 kilómetros cuadrados (ya está concesionado el 23% de ese espacio).
Según el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, para fin de año se llegará a los 1.500 pozos no convencionales. "Hay licencias para 900 pozos nuevos en las áreas que pasaron a desarrollo masivo".
Además, Vaca Muerta es el segundo recurso no convencional de gas en el mundo, hay 31 empresas con posición en el proyecto y es el cuarto recurso no convencional de petróleo más importante a nivel mundial.
El lado mendocino de Vaca Muerta
YPF y Llancanelo son las petroleras nacionales que ya invirtieron en tareas de exploración para extraer crudo pesado del lado mendocino de Vaca Muerta, que se perfila como "la zona de mayor desarrollo energético para las próximas décadas", según el gobernador provincial Omar Gutiérrez.
El subsecretario de Energía y Minería de Mendoza, Emilio Guiñazú, explicó que "el territorio que explotará YPF es diferente al que está explorando la compañía El Trébol, es una zona geológica más conocida, a pocos kilómetros del Río Colorado, y por eso se espera un desarrollo más acelerado".
Además, con el fin que se concreten más inversiones en Malargüe, el Gobierno provincial está trabajando para comenzar, antes de fin de año, el parque industrial Pata Mora -predio de 3.500 hectáreas-, que proveerá de insumos, energía eléctrica, rutas y servicios.
En Mendoza, Vaca Muerta abarca un territorio de 8.700 km2 y tiene mayor riqueza en hidrocarburos líquidos que en gas, lo que pone a la provincia en el radar de las petroleras, que verán facilitadas sus cuestiones logísticas con Pata Mora.
De acuerdo a estudios geológicos recientes, en esa zona hay recursos por más de 8.000 millones de m3 de petróleo, de los cuales podrían recuperarse 238 millones de m3 (representan más de 50 años de la producción anual de la provincia).