El bienestar de los animales es la principal preocupación de Lincoln Parkes, un veterinario estadounidense que a sus 92 años continúa trabajando para mejorar la calidad de vida de varias especies. Parkes ya no ejerce la medicina, pero desde 1960 vende sillas de ruedas fabricadas por él mismo.
Durante sus años de actividad, el hombre realizó más de tres mil cirugías espinales. Pero hace alrededor de 60 años comenzó a crear estos dispositivos y fundó la tienda 'K-9 Car'. De esta manera, ayuda a mascotas como perros, gatos, conejos, cerdos e incluso pollos con algún problema de movilidad a recobrar la capacidad de trasladarse por sus propios medios.
"Me gusta darle una mejor vida a los animales", comentó Parkes al Washington Post. El veterinario tiene su taller en la Bahía de Chesapeake, Maryland, donde trabaja 10 horas diarias en la creación de estos dispositivos.
Antes, cuando los animales domésticos sufrían problemas de motricidad, muchos veterinarios optaban por sacrificarlos, pero el invento de Parkes permite extender su expectativa de vida.
"No todos los perros a los que operé pudieron caminar", comentó Parkes. "Y los dueños dijeron: 'No voy a dejar de lado a mi perro, ¿le darás algo para que pueda moverse?'. Fue entonces que dije: 'Claro'". Allí comenzó con la fabricación de los carros
"Cuando pueden usar sus patas delanteras, su espíritu vuela, son como niños que obtuvieron su independencia", relató también el hombre, que además de tener la tienda, vende sus producciones a través de internet.
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