Los restos de Araceli Fulles fueron trasladados al cementerio del municipio de San Martín este mediodía tras ser velados por familiares y vecinos en un funeral que comenzó ayer a la noche en esa localidad del conurbano.
La ceremonia tuvo lugar desde anoche a partir de las 20 en la Cochería Santa Lucía, en la calle Almeyra 3441 de San Martín, donde el cuerpo de Araceli (22) fue despedido por su familia, vecinos y amigos, quienes realizaron, en la zona, una pegatina con afiches y carteles exigiendo el esclarecimiento del crimen.
Según indicó la familia a los medios, el cortejo fúnebre pasó por la casa de la familia de la joven y luego sus restos fueron enterrados en el cementerio de San Martín, ubicado en Coronel Mom al 2400.
Al finalizar el velatorio, Gisele, prima de la víctima, dijo que la joven "no se merecía terminar como terminó" sino que "se merecía seguir con vida, formar una familia y seguir su carrera".
"Pedimos que nos respeten y que la respeten, ella sobre todo era una mujer, queremos que nos dejen de matar, no somos cualquier cosa, no somos un pollo para que nos descuarticen, nos maten y nos tiren como a ellos se les canta", expresó notablemente compungida, y agregó: "Somos mujeres, madres, ¿de dónde salieron esos hombres?".
Además, apuntó contra la fiscal de la causa, Graciela López Pereyra, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de San Martín, quien en tres oportunidades había tomado declaración como testigo a Darío Badaracco (29), el hombre que había estado con Araceli durante la madrugada en que ella desapareció y dueño de la vivienda donde finalmente fue hallado el cadáver. "Va a tener que dar la cara y decir por qué lo dejó en libertad después de esas tres declaraciones dudosas", expresó Gisele.
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