Hace cinco meses, la vida de Facundo Milanesio, de 26 años, cambió drásticamente. La desgracia sucedió una noche de julio, cuando el joven de Morteros se dirigía a San Francisco en motocicleta, el accidente sucedió entre las localidades de Freire y Porteña.
Allí, al intentar adelantar a un camión con acoplado, chocó con los restos de un palé de madera. Cuando perdió el control de la motocicleta, cayó en la capa asfáltica y sus miembros inferiores fueron aplastados por el mismo camión.
“El 3 de julio volví a nacer. Porque sentí que me iba, se apagó la tele un rato, vivir esa sensación de que se te apaga todo, es fuerte. Yo creo que eso fue lo que más me quedo marcado”, recordó y relató al Canal 50 de Morteros.
“En el mismo día del accidente fue la operación, la amputación. Pasé dos semanas y media en coma inducido. Luego me desperté y me quedé en el hospital un mes. El 18 de agosto regresé mi casa”, comenzó a relatar Facundo. Cuando se despertó por primera vez, el médico le dijo que no podía caminar, y no lo pensó hasta unos días después, cuando tomo conciencia de la situación.
“No me veía las piernas y cadera porque estaba tapado. En una conversación con mi vieja, me cuenta. Le digo: ‘¿Cómo, qué onda? ¿Cómo no voy a volver a caminar? No estoy enyesado, no tengo clavos’, y me dijo: ’Facu, no tenés las piernas”, expresó.
En ese momento Facundo recordó sentir que su vida se desmoronaba, tenía muchas incógnitas en la cabeza sin contestar. Como su condición de futuro Profesor de Educación Física y su vida deportiva. Sin embargo, hoy lo recuerda como una anécdota y dijo que tiene una segunda oportunidad, que “renació”.
Decidió que su situación actual no limitaría todo lo que se proponía y le agradeció a su familia y amigos, sus grandes pilares, que lo ayudaron a manejar y absorber las circunstancias que le presentaban ahora la vida.
Porque si se trata de guerreros, Facundo es un modelo de fuerza y perseverancia. Ahora vive una vida “día a día”, trabajando, estudiando y difundiendo su historia de superación, aceptación y progreso a todos.
Además, está esperando su prótesis para poder seguir disfrutando de la vida al máximo. “Ahora mi objetivo es recibirme, tengo cinco materias, recibirme y luego quién dice jugar en el club, básquet. Pero si me decís meta es la Selección Argentina”. Concluyó con emoción.