La setencia se conoció a las 17 hs de este jueves, tras nueve audiencias que comenzaron el 7 de noviembre en la Cámara 8ª. Se trata de un caso que conmovió a la tranquila localidad de Valle de Anisacate el 22 de octubre de 2016, y que concluyó hoy con la condena a cadena perpetua de Norma Benítez, la mujer que asesinó de varios golpes en la cabeza a su pareja, Marcelino Duarte, alias "El Paraguayo".
Si bien todo hacía suponer que la estrategia de la abogada Romina Zurchmitten, defensa de Benitez, iría por el lado de la violencia de género ya que todos los testigos de la causa se encargaron de mencionarlo una y otra vez y además había una orden de restricción que debería haber evitado el acercamiento entre ambos, para sopresa de muchos, no fue así.
Su posición se basó en direccionar la culpabilidad hacia Frutos, con quien Benitez mantenía una relación amorosa. Frutos estuvo detenido algunas semanas luego del hecho, ya que en su domicilio se encontró un arma calibre 22 (Tenencia de arma de fuego de uso civil), y un un caño de gas, con el que fue golpeado en la cabeza la víctima fatal (Encubrimiento).
Sin embargo, eso no fue determinante para el Jurado Popular que terminó aplicando dos años de ejecución condicional, más una multa de 5 mil pesos y trabajos comunitarios que realizará el hombre en la comuna de Villa La Bolsa.
"Mi defendido llegó al lugar del hecho porque ambos vendían empanadas, y él recibe un pedido para el domicilio de la señora Benitez. Cuando llegó encontró el cuerpo de Duarte en el piso ya sin vida. La señora le solicita que lo de vuelta, que saque la billetera y que se la entregue a ella, supongo que para simular un robo; y ella,además, le entrega un caño de gas y previo limpiarlo le dice que se lo lleve a su casa", cuenta la abogada Paola Riga, defensa de Frutos.
Al consultarle cual fue la razón para obedecer tal pedido, Riga, continúa con el relato: "Yo creo que él accedió porque siempre estuvo enamorado de ella e intentó ayudarla. En todo momento la ayudaba, ya sea con la venta de empanadas o con diversos problemas económicos que tenía. Además, ella era víctima de violencia de género por parte de Duarte, y Frutos siempre trató de sacarla de esa relación enfermiza. Hasta los propios hijos de Benitez le recomendaron en algún momento que dajara la relación porque le hacía bastante mal".
Para la defensa de Benítez el que habría dado muerte a Duarte fue Frutos, y Benitez no logró escuchar nada porque estaba dormida: "cuando ella se despertó encontró el cuerpo sin vida de Duarte", manifestó a pesar de que ninguna prueba aportaba ese dato.
Benitez atestiguó tres veces durante el juicio, dos veces este jueves. Si bien no sindicó en ningún momento a Frutos como el culpable del hecho, se limitó a declarar su inocencia. A pesar de los testimonios y las pruebas, el Fiscal de Cámara, Hugo Almirón, dejó abierta la posibilidad de que alguien del círculo íntimo de Benitez podría haber tenido intervención en el hecho y ordenó que se baje la investigación al Ministerio Público Fiscal para seguir investigando ese círculo íntimo de la condenada.
Hoy, ya con toda la prueba en su contra, Benitez no tenía el aspecto tranquilo que se vislumbraba durante las primeras audiencias. A pesar de eso, siguió manteniendo su posición, y declarando su inociencia: "Lo quería mucho, yo no lo maté", manifestó. Incluso dijo que lo que estaba haciendo la Justicia "no tiene perdón".
Con el curso de las horas, y cuando la condena estaba cerca, gritó su inocencia en la sala, tuvo inconvenientes con la Policía, no se dejó esposar y hasta hubo que retirar a Frutos de la audiencia.
"Se trató de un juicio justo. Desde el punto de vista de mi cliente fue un juicio sumamente justo, ya que ningua prueba ni directa ni indirecta lo sindicaba como autor del hecho. Del encubrimiento fue sobreseído, y en cuanto a la tenencia de armas no tiene nada que ver con este hecho. Desde el punto de vista de la señora, muchas veces yo pasé también por distintos estados en el transcurso de las audiencias y sentía cierta conmoción por saber que ella había sido víctima de violencia; pero por otra parte la señora se mantuvo en esta postura y demostró de que era capaz de resolver con violencia la situación y también que fue capaz de intentar embarrar a la única persona que la ayudó durante todo este tiempo, tanto en los sentimental como en lo económico", finalizó la letrada.