Familiares, vecinos y amigos de Atahualpa Martínez Vinaya, el joven asesinado en junio de 2008 en la ciudad rionegrina de Viedma, realizaron una intervención artística al cumplirse 12 años de su crimen.
La actividad se realizó durante la mañana del martes 16 de junio en la plaza San Martín de la capital de Río Negro, frente al palacio judicial provincial, y además del pedido de justicia por el homicidio se recordó la lucha de la madre de la víctima, Julieta Vinaya, quien falleció en octubre del 2018.
La intervención artística constó de unas pegatinas con los ojos de Atahualpa y Julieta y la leyenda: "Una mirada que observa la justicia. Están ahí, presentes".
"No es fácil de mantener doce años de actividad. La justicia nos enfría en los tiempos laxos que propone. Pero en este sentido y este contexto valoro el aporte de los jóvenes", expresó Ricardo Vinaya, tío de la víctima.
"Es una luz enorme, donde se ve que esta generación se va apropiando de una actitud de inercia de la justicia", remarcó.
Por otra parte, el Concejo Deliberante de Viedma propuso declarar de interés cultural, comunitario, social y educativo las actividades realizadas en conmemoración de este caso y el proyecto se tratará en la sesión del próximo viernes.
Al respecto, la presidenta del Concejo, Maricel Ceboli, indicó que la legislatura comunal "acompaña y visibiliza la causa con una declaración de interés".
"Si bien fue un pedido de la Comisión Atahualpa, es algo que nosotros consideramos necesario para reivindicar la memoria de Ata y Julieta Vinaya", completó la edil.
El estudiante Atahualpa, de 18 años estaba por terminar el quinto año del secundario cuando su cadáver fue encontrado el 15 de junio de 2008 con un balazo en la espalda en un descampado de las afueras de Viedma.
El caso llegó a juicio oral en 2014, con tres imputados civiles, dos hombres y una mujer, que fueron absueltos "por falta de pruebas".
A fines de ese mismo año, la Legislatura rionegrina conformó una comisión investigadora con el objetivo de analizar el expediente, los mecanismos y las prácticas utilizadas para la investigación del caso, que luego reveló una serie de errores procesales, y en diciembre de 2015 se formuló una denuncia para que se inicie un sumario a los funcionarios judiciales que intervinieron en la causa.
En abril de 2016, el Supremo Tribunal de Justicia (STJ) de Río Negro anuló el fallo absolutorio y ordenó que se reabra la causa con la incorporación como prueba de una campera con ADN que fue secuestrada en el domicilio de uno de los acusados y que había sido desechada en el juicio oral.
Finalmente, el 18 de febrero de 2020, el Consejo de la Magistratura de la Primera Circunscripción Judicial suspendió el juicio político a la jueza Daniela Zágari luego que la Justicia admitió un recurso de amparo presentado por la magistrada, quien actuó como fiscal de instrucción de la causa por el homicidio en 2008.