Se trata de Natanael Ríos nacido el 19 de Enero de 1988 en General Alvear, Mendoza. Criado hasta los cinco años en un pueblo llamado Bowen, donde se inició jugando al fútbol en el poli deportivo, a una cuadra de su casa. Y en el cuál jugaba todos los días con niños de su edad y otros mucho más grandes.
Nata, como le decían las personas más allegadas, el pasado fin de semana 5 y 6 de Mayo fue motivo para que en la Liga Ushuaiense tanto en las disciplinas de Futsal como Fútbol once se lo recordara con un minuto de silencio.
En comunicación con Vía Ushuaia, su hermana Soledad Ríos contó un poco más acerca de Natanael, cómo un guerrero de la vida llega a la capital fueguina
" A los seis años mis padres nos trajeron a Ushuaia, donde realizó su primaria en la escuela N° 15. Y siguió jugando al fútbol para un equipo de la Iglesia que concurriamos. Se puede decir que su vida pasaba entre la Iglesia y el fútbol. Fanático de Boca Juniors y del FC Barcelona."
Luego, Soledad compartió cómo fue el proceso de enterarse tanto él como su familia de una posible enfermedad que padecería, y de que se trataba la misma.
" Nata trabajaba en Duty Free Shop de Yehuin durante cinco años. Y en enero del 2017 empezó con un dolor, tipo punzada en la espalda acompañado de mucha toz. Lo atendieron primeramente en el Hospital Regional de Ushuaia, donde solo le dieron unos Antibióticos y lo mandaron a casa".
"Después de unos días, cuando debía regresar a control empezó a toser con sangre, lo cuál lo llevó a atenderse en la Clínica donde le realizaron muchos estudios, junto con eso le pusieron un drenaje cerca del pulmón izquierdo para que drenara la pleura que era la que generaba líquido. Todos pensaban que era Tuberculosis, pero no fue asi. Terminamos derivados a Buenos Aires donde comenzó su lucha contra el Linfoma. Es una enfermedad Oncohematologa. Porque tiene que ver con el Sistema Linfático".
Ante ésta noticia, Soledad y su familia afirmaban con total autoridad y convencimiento que: "ésta enfermedad se lo debió llevar en no mas de dos meses. Pero su Fe en Jesús y su amor por su hijo lo mantuvieron con vida un año y dos meses.
Así también, su hermana de sangre y en Cristo manifestó la gran pasión que tenía su hermano por el fútbol, con quien compartía éste deporte y su amor y devoción hacia Dios.
"Mi hermano paso por varios equipos. Jugó con Isaac su hermano en el equipo Bienaventurados los pobres. Luego pasó a los Andes Junior y por último al Club Campolter. Donde estuvieron jugando mucho tiempo junto a su amigo Lucas Rueda".
"Nata iba a la Iglesia a pesar de que se redoblaba del dolor. Eso nos dejaba ver a nosotros, su familia, el amor y su fe puesta en Jesús. También compartía la palabra en la congregación, tenía muchos amigos allí que lo amaban y lo aceptaban tal cual era". Dijo su hermana.
Para concluir, Sole transmitió lo que les pidió Natanael para cuando fallezca y un tanto sonriendo expresó con una frase, lo que él siempre le decía a su mamá en audios de Whatsapp, dejándonos ver en cierta manera el corazón gigante que tenía.
"No hubo velorio porque el no lo quiso. El miércoles pasado nos juntamos todos los famíliares, hermanos de la Iglesia y amigos a recordarlo. Fue muy lindo. Y todos sus audios que le enviaba a mi mamá empezaban asi: Maaaa Maaaaa Maaaaa...".
Después no podía faltar la palabra de su gran amigo, Lucas Rueda, aquél que era su compinche tanto adentro de un campo de fútbol como también afuera. El expresó:
"Lo conozco de chiquito, la verdad teníamos una amistad muy grande. Fuimos muy amigos, después paso a ser parte de la familia, se casó con mi cuñada, compartimos muchas cosas, y en lo deportivo jugamos juntos casi siempre, adentro en Federación, afuera en los Andes y después en Campolter. Era un hermano más que me dio la vida, pasábamos tanto tiempo juntos que muchos pensaban que éramos hermanos".
