El 19 de octubre es el Día Internacional de la lucha contra el cáncer de mama. Contamos con el testimonio de Noelia, Liliana, Ana y Ángela, cuatro mujeres vecinas de nuestra ciudad, con distinta ocupación, edad, estilos de vida diferentes pero un diagnóstico en común: Cáncer de mama.
El Ministerio de Salud reunió el testimonio de estas cuatro mujeres que atravesaron con éxito el proceso de la enfermedad, el tratamiento y a la fecha se encuentran bien de salud.
Noelia quien es enfermera del servicio de Tocoginecología nos cuenta "siempre tuve presente que cualquier persona puede tener cáncer, pero al no tener antecedentes familiares pensé que tal vez no me iba a tocar" y explicó su sensación al enterarse del diagnóstico "sentí que todo lo que venía haciendo en mi vida se había suspendido, que todos los proyectos y planes se habían congelado y pasado a un segundo plano y que tenía que ocuparme de buscar un equipo que me ayudara a salir de esto".
Por su parte Liliana quien trabaja como cajera en un supermercado comentó "me diagnosticaron cáncer de mama cuando tenía 38 años, hace dos años. Todo surgió por un control anual, ahí me detectaron" y agregó "la primera sensación fue esperar que te digan que está todo bien, cuando el profesional me dijo el resultado sentí que me moría en ese instante".
Ana es jubilada y al momento de enterarse de su enfermedad estaba proyectando un viaje a la exterior, al respecto dijo "siempre pensás que le pasa al otro, nunca pensé transitar esto pero me tocó, pasé por muchos estados. Primero mucho miedo, luego enojo conmigo, con el mundo, con Dios, con todo alrededor; y después entregarme a los consejos del médico y confiar en los profesionales que me atendieron excelentemente".
Ángela de 82 años comentó "fui a la doctora a decirle el problema que tenía porque se me había hundido un pezón y eso me asustó, ahí fue cuando me mandaron a hacer la ecografía y la mamografía y salió que era una cosa mala".
Lialiana agregó "soy mamá de dos nenes, vivís el día a día a full, estás todo el tiempo con las cosas de la casa, la rutina, el trabajo, los amigos, la familia hasta que sentís que estás bloqueada, te sentás, renegás, llorás, te preguntas porqué y te aferrás a lo que crees, tuve dos opciones, que quede en secreto entre mi doctora, mi pareja y yo; o ponérmelo de mochila y darle pelea, que fue lo que hice".
Noelia explicó como siguió su vida después de enterarse del diagnóstico "el tratamiento de quimioterapia del primer ciclo es muy fuerte, es el que produce la mayor destrucción celular; la parte que le siguió fue un poco más llevadera, después vino la cirugía que también es un momento fuerte. Tuvieron que hacer un vaciamiento axilar, aparte de que había elegido una doble mastectomía total para no tener ninguna posibilidad de volver a hacer cáncer".
"El PAMI me derivó al Hospital Italiano, iba a lo nuevo, a lo desconocido pero tuve la compañía de mi hijo, que vive en Buenos Aires, que no me dejó un minuto sola, los chicos que te hacen el tratamiento sabían cuando yo entraba cómo estaba, si me veían que ese día no estaba muy animada me conversaban, me daban mucho cariño y así pase el tratamiento" detalló Ana.
Noelia también destacó "en este momento estoy transitando una recuperación en todo el sentido de la palabra, no solo física sino también espiritual ,estoy con acompañamiento psicológico y entrenamiento físico, que es lo que me permite estar en estas condiciones".
"A cualquiera nos puede pasar. Si te haces un control, agarrado a tiempo te salvas. Vas a tener miedo, te vas a asustar pero hay que darle pelea por una misma, hoy me siento muy bien, hay un antes y un después de lo que me pasó, valoro otras cosas" resaltó Liliana.
Ana dijo "el consejo que le doy a todas mis amigas es que no le tengan miedo al chequeo, que se hagan los controles,si yo no me hubiera hecho un control de rutina, no hubiera descubierto que lo tenía, porque no tenía ningún bulto y no se sentía absolutamente nada".
Aldo Orrego Cáceres es el jefe del servicio de Oncología del Hospital Regional Ushuaia (HRU) y expresó que en el contexto de la pandemia "todo es más difícil" pero que: "la importancia de diagnosticar esta enfermedad a tiempo es que tiene solución, tiene tratamientos y mientras más pequeña sea la lesión detectada los tratamientos también son mucho más leves y no son tan agresivos".
"No dejes de hacerte los controles o consultar si te surge alguna duda o notaste algo raro en las glándulas mamarias, por más difícil que sea la situación, no tengas miedo" finalizó Orrego Cáceres.