En la Antártida la vida continúa como si no existiera la pandemia mundial. En la base Esperanza, las clases se dictan con normalidad y los 14 chicos, entre niñas, niños y adolescentes, concurren diariamente a sus aulas. "Desde fines de febrero que estamos totalmente aislados del continente", explicó la directora de la institución.
Y agregó, "cómo en todo el país el ciclo lectivo 2020 comenzó el pasado 5 de marzo, pero en este caso es de manera presencial y con la salvedad que acá (Antártida) jamás se interrumpió",
El pequeño establecimiento está a cargo de Mariana y Víctor Navarro (42), una pareja de docentes fueguinos que cumplen con su segunda campaña antártica anual (la primera fue en 2018) y que además tienen entre sus alumnos a sus hijos, Juan Ignacio de 8 años y Victoriano de 11. El equipo también cuenta con dos auxiliares más, Roxana Pereyra, esposa del jefe de la base, y Natalia Carrizo.
"El dictado de clases se da con normalidad, son presenciales porque no hay riesgo de contagios" detallaron los docentes en una entrevista con TN.
"El edificio educativo está a 500 metros de las casas donde se alojan las 65 personas (10 familias), todas las mañanas para ir a estudiar, los chicos deben sortear temperaturas extremas -que en invierno superan los 20º bajo cero-, además de fuertes vientos y mucha nieve, es una aventura" manifestó Mariana.
"Los chicos están en el aula de 8 a 12 de la mañana en sus clases teóricas, luego paramos a almorzar y continuamos de 14 a 17 horas con talleres de creatividad, los que incluyen, artes, músicas, deportes, entre otros".
"La Escuela se divide en nivel inicial que es el jarín de infantes donde hay 2 alumnos; luego está el nivel primario, de primero a sexto grado, donde hay 7 alumnos . Y por último el nivel secundario, que está compuesto por 5 alumnos, los que estudian a distancia vía internet gracias a la plataforma 'ADEA' del Ejercito Argentino" expresó Navarro o 'el profe' como le dicen los chicos.
"Si bien sabemos de la situación que se vive en el resto del país, estamos tranquilos porque permanentemente tenemos contacto con nuestras familias, los chicos tienen comunicación libre con sus amigos y aprovechan la tecnologia para tomar cursos de prevención y conocer sobre los protocolos" finalizaron los maestros.