La Subsecretaría de Medio Ambiente de Tucumán, a través de la Subdirección de Monitoreo y Laboratorio Ambiental, y en coordinación con la Dirección de Recursos Hídricos, intensifica el monitoreo diario de la calidad de las aguas superficiales y los efluentes industriales en puntos estratégicos de todo el territorio provincial.
Semanalmente, el equipo técnico especializado recolecta alrededor de 25 muestras de agua o efluentes industriales que son procesadas en laboratorio, a fin de realizar un seguimiento preciso de su calidad. Las últimas tareas se concentraron en la cuenca del río Salí, incluyendo también controles en el arroyo Manantial, Calimayo, La Cruz, río Lules, Gastona y Marapa.
Además, se realizaron recorridos y análisis en embalses clave como El Cadillal, La Angostura, Escaba y el dique de Río Hondo, este último en coordinación con equipos técnicos de la provincia de Santiago del Estero.
La próxima etapa de esta estrategia ambiental será la continuidad de la campaña de monitoreo de la Cuenca del río Salí Dulce, que abarca un trayecto interprovincial: comienza en Tucumán, atraviesa el río Dulce en Santiago del Estero y finaliza en la laguna de Mar Chiquita, en Córdoba. La jornada, que se extenderá durante tres días, tiene como objetivo evaluar el impacto potencial de la actividad industrial a lo largo del recorrido fluvial.
El procedimiento incluye mediciones in situ de parámetros físicos, químicos y organolépticos, esenciales para el diagnóstico del estado de los cursos de agua y embalses. A esto se suman muestreos periódicos para el análisis de metales, indicadores bacteriológicos, algales y otros componentes complementarios, lo que permite construir un panorama completo sobre la evolución y calidad ambiental del recurso hídrico tucumano.