Desde que se implementó este confuso sistema de estacionamiento medido, la sociedad ha manifestado su descontento a raíz de la cantidad de comprovincianos desocupados y sobre todo, el provecho económico que beneficia a Germán Alfaro como así también, a su socio político Horacio Rodríguez Larreta.
Este nuevo sistema perjudica a cientos de vecinos que tienen hijos con discapacidad, a comerciantes, profesionales y emprendedores que deben sumar un gasto de 15 a 20 mil pesos mensuales financiando el negocio de una empresa que no es local.
Generar un gasto tan importante, que atenta contra miles de frentistas que pagan impuestos municipales, es una de las tantas malas gestiones del Intendente de San Miguel de Tucumán.
Basta de usar el dinero de los vecinos para beneficios personales. Basta de querer tapar políticas mal empleadas como la “repavimentación”, un proceso que en cuatro meses desaparece, rellenar un hueco no cambia la realidad teniendo ingresos que habilitan los procesos de transformación de nuestra ciudad. Debemos ser honestos y no esconder la realidad, tarde o temprano esos huecos “repavimentados” serán el pozo ciego que ahogue a los vecinos.
Hay que sanar Tucumán, nuestro jardín debe volver a florecer desde el trabajo, servicio y compromiso de todos los que hacemos que está provincia salga adelante.