Durante la mañana del lunes, en el barrio de San Cayetano se realizaron de diez allanamientos en el que efectivos de la Policía de Tucumán detuvieron a un presunto ladrón que habría disparado a Martín Quipildor, un chófer de la Línea 124 que murió el sábado pasado tras dos días de agonía en el hospital Padilla.
El sujeto se encuentra sospechado de ser cabecilla de una banda que se dedica al robo agravado de motos, en la que estarían involucradas varias familias de la zona, según las primeras informaciones policiales. Además, contaría con antecedentes policiales y judiciales.
En tanto, durante los procedimientos, en otro de los domicilios fue aprehendido otro sospechoso de integrar el grupo delictivo. "Se trata de una banda que se dedica a robar motos con amenazas de armas de fuego. Luego venden las motopartes o piden rescate", señaló Jorge Dib, director de la Brigada de Investigaciones de la Policía.
Entre los primeros resultados, se secuestraron al menos seis motos, un arma de fuego y 15 celulares. Las medidas fueron ordenadas por la Fiscalía Especializada en Robos y Hurtos. Intervinieron unos 150 efectivos y seis equipos de las distintas divisiones de Investigaciones, supervisados por el jefe de la Comisaría Cuarta, Daniel Cuellar.
El hecho ocurrió alrededor de la medianoche del viernes pasado en avenida Brígido Terán 1430, cuando Quipildor se encontraba en su vivienda guardando su motocicleta. Al cerrar el portón de su casa, observó que dos delincuentes amenazaban con un arma de fuego a un vecino para quitarle su moto.
Su primera reacción fue comenzar a gritarles para evitar el robo y los delincuentes le respondieron con un disparo que impactó en la zona de la cabeza. Luego se dieron a la fuga.