La muerte de Néstor Zoquini, el claromequense hallado sin vida en noviembre de 2023, dio un giro inesperado tras hallarse, en una segunda autopsia solicitada por sus familiares, una bala alojada en su cráneo.
La bala no había sido detectada en la primera autopsia que se le realizó luego de encontrar su cuerpo el pasado 7 de noviembre en el arroyo Claromecó en un sector entre la Sexta y la Séptima cascada. En aquella oportunidad la autopsia determinó que Zoquini sufrió asfixia por ahogamiento y que no se detectaron lesiones que involucren a terceros.
El abogado de la familia de Zoquini, José Bianconi, aseguró que las posibilidades se extienden de “suicidio, homicidio u homicidio inducido por un tercero”.
En declaraciones al diario La Voz del Pueblo, Bianconi expresó que la bala ingresó por la boca y quedó alojada en el cerebro, lo que provocó la caída de Zoquini al arroyo en estado de inconsciencia, ahogándose luego en el agua.
Por otra parte, el fiscal Gabriel Lopazzo confirmó el impacto de bala sin orificio de salida y apuntó hacia la hipótesis del suicidio.
Néstor Zoquini y otro claromequense estaba siendo investigado por la Justicia Federal de San Martín en una causa por comercialización de drogas.