Elon Musk, el multimillonario sudafricano, ya se convirtió en el CEO de la red social Twitter, pero llegó con una fuerte decisión de cambiar los planes del sitio que le valió 44.000 millones de dólares y echó a importantes directivos de la empresa.
El magnate sudafricano y director de Tesla y SpaceX completó la compra de la red social por una operación que llevó a los accionistas de la compañía a que reciban 54,20 dólares por cada acción y Twitter pasará a ser propiedad del empresario, que ya anunció planes de cambiar las políticas de moderación de contenido de la red social, para apostar por “una mayor libertad de expresión”.
El cierre de la compra, concretado anoche, pone fin a meses de vaivenes entre la red social y el multimillonario por la adquisición de la compañía, ya que a pesar de acordar una oferta inicial, Musk anunció meses más tarde que daba marcha atrás, alegando que los directivos de Twitter no habían accedido a sus peticiones.
En concreto, el magnate pidió a Twitter el número exacto de cuentas falsas que había en la plataforma, así como el modo que tenía la compañía de auditar dichas cuentas y de eliminarlas.
Debido a eso, y después de demostrar durante meses su exasperación con laforma en que se gestionaba la red social, Musk despidió al director ejecutivo de Twitter, Parag Agrawal, así como a otros dos altos cargos.
La concreción de la compra tiene lugar un día después de que Musk anunciara a los empleados de la compañía que se retractaba de despedir al 75 por ciento de los trabajadores, como había estimado inicialmente.
¿Qué cambios podría incorporar Elon Musk en Twitter?
Las dudas surgen acerca de los cambios que podrá incorporar Musk a la reconocida red social, siempre signándose a su patrón de conducta: ser un defensor de la libertad de expresión.
Es por ello que en reiteradas oportunidades, él mismo ha criticado el control que hacía la empresa a los contenidos, principalmente en torno de los comentarios violentos o que incitaban al odio.
Ante esta realidad, también se prevé que el expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, sea aceptado de regreso en Twitter.
De todos modos, Elon Musk busca “tranquilizar” a los anunciantes, y no pretende hacer cambios radicales para mantener al negocio en funcionamiento. Es por ello que en su cabeza no está la idea de convertir a Twitter en “un paisaje infernal en el que se puede decir cualquier cosa sin consecuencias”.
Él mismo lo explica con las siguientes palabras: “La razón por la que adquirí Twitter es porque es importante para el futuro de la civilización contar con una plaza digital común, donde se pueda debatir una amplia gama de creencias de manera saludable, sin recurrir a la violencia”.
“Actualmente, existe un gran peligro de que los medios sociales se dividan en cámaras de eco de extrema derecha y extrema izquierda que generen más odio y dividan a nuestra sociedad”, completó.