Cuando navegamos por Internet, vamos dejando rastro por las páginas web que visitamos. Son datos que luego se utilizan a favor de compañías que quieren vender, alcanzar a los usuarios y hasta los delincuentes pueden acceder a ellos. Para evitar que eso suceda, utilizar una VPN es una buena opción.
Cada vez es más común escuchar que los usuarios de Internet se preocupan por resguardar sus datos. No precisamente porque tengan algo que ocultar, sino porque creen que es importante resguardar su privacidad. Una posibilidad es limitar nuestra ubicación geográfica, a través del bloqueo de una VPN.
Esta Red Privada Virtual usa un cifrado para proteger toda la información que se descarga, se usa y se sube a Internet. Por lo tanto, ese rastro que dejó el usuario en la web no quedará a disponibilidad de nadie. Estamos hablando de ocultar desde las contraseñas hasta la dirección IP del dispositivo.
Además, para evitar ataques de ciberdelincuentes hay que poseer un antivirus en funcionamiento. A pesar de tenerlo, hay que estar atento a no caer en enlaces peligrosos y mantener las contraseñas en constantes cambios. Es fundamental no dejar sesiones abiertas de redes sociales en dispositivos desconocidos, activar firewalls y comprobar que nuestras aplicaciones están autorizadas.
Qué beneficios nos brinda una VPN
No simplemente es navegar sin dejar rastros en Internet, sino que es una cuestión de seguridad. El usuario puede estar tranquilo que sus datos no corren peligro, puede intercambiar información sin miedos y visitar páginas web.
Además de estar libre de espionaje, el usuario está a salvo de que su información se filtre y los hackers tengan acceso. Por otro lado, las empresas que buscan generar publicidad y manejar el algoritmo no podrán hacerlo con sus cuentas. No hay que olvidar que antes de descargar una VPN, hay que investigarla y comprobar que tenga una garantía de reembolso.
