Brian Alanís, un joven de General Pico que desde hace mas de un año estaba viajando en bicicleta desde Ushuaia hasta Alaska, se vio forzado a interrumpir su aventura cuando la cuarentena por la pandemia de coronavirus lo sorprendió en Quito, Ecuador.
"Llegamos a Quito el 17 de marzo, cuando entramos con las bicicletas había muy poca gente. La verdad, entramos felices a una ciudad en la que había poco movimiento pero nosotros no estábamos enterados de nada", le contó a Vía Santa Rosa hace unas dos semanas.
Al día siguiente de ese arribo, Ecuador decretó la cuarentena y tuvo que quedarse en el departamento de un amigo, situación que lo llevó a tomar la decisión de interrumpir su aventura y volver a la Argentina.
Luego de unos días, la Embajada Argentina le ofreció "tomar un vuelo de línea que me salía 500 dólares pero realmente el pasaje me resultaba muy oneroso, por eso opté por aguardar un vuelo humanitario", le contó a La Arena.
Finalmente, la Embajada le "avisó que consiguió un avión suizo para Buenos Aires y tenía un lugar, ¡y que era gratis! Salimos el 18 a las 4 de la mañana de Quito al aeropuerto, y me tuve que gastar 20 dólares, pero bueno, al menos tenía vuelo", relató.
Alanís expresó su agradecimiento al personal de la Embajada Argentina en Ecuador, ya que "nos trataron muy bien, nos dieron hospedaje, una ayuda económica y medicamentos al que lo necesitara".
Al llegar a Ezeiza, los argentinos fueron sometidos al protocolo sanitario de rigor y puestos en un micro que los llevó "primero a Mar del Plata, después a Bahía Blanca, hasta que vinimos para este lado, en todo el camino se veían controles policiales. Apenas llegué a Santa Rosa, a las 8:20 de la mañana, me vio el médico, me hicieron controles y por suerte todo está bien", manifestó.
"Desde la terminal me llevaron al departamento donde voy a hacer la cuarentena de 14 días, que es de mi hermano y ahora está en General Pico. Ya la había hecho en Ecuador pero por precaución me toca nuevamente. No puedo salir para nada, ni a comprar ni nada. Ni a la vereda", dijo Alanís.
Por último, el joven lamentó que tuvo que dejar su bicicleta en Ecuador porque no se la dejaron subir al avión. "Es un poco triste porque es mi compañera de ruta", agregando que "por ahora voy a escribir, a recapitular lo que he vivido, pero la decisión está tomada: voy a llegar a Alaska en bicicleta", sentenció.