En la noche de este miércoles, un suboficial de la Policía de Bernasconi generó tensión cuando en su auto se dirigió hacia Santa Rosa para protestar por una resolución administrativa que cuestionaba una licencia médica que había utilizado hace unos meses.
El cabo Dante Ezcaris ingresó a prestar servicio en Bernasconi a las 20 horas. "Se presentó exaltado y dijo que iba a reclamar por la medida ante la superioridad, en Santa Rosa", dijo el subjefe de Policía Héctor Lara a Diario Textual.
El uniformado, armado con su pistola reglamentaria 9 milímetros, subió a un Renault Kwid y partió, enojado, rumbo a la capital pampeana. Al enterarse de la advertencia, personal de la Unidad Regional III envió un comunicado con carácter de urgente a las 21:45 horas en el que pedía a todas las dependencias policiales la demora del suboficial.
El automóvil pasó a toda velocidad por el Puesto Caminero Padre Buodo y por Ataliva Roca, en la Ruta Nacional N° 35 con rumbo norte, siendo perseguido por móviles policiales que lograron interceptarlo en el Bajo Giuliani, a unos 7 kilómetros de Santa Rosa.
En el lugar, Ezcaris se atrincheró dentro de su auto mientras arribaron numerosos policías con intervención del Equipo de Abordaje ante Incidentes Críticos y el fiscal Oscar Cazenave, quien contó que "logré hablar, me explicó qué le pasaba y se quebró, me dijo que había explotado", relató. "La verdad es que vimos a un policía desesperado", agregó.
El subjefe de la Policía detalló, además, que "el cabo había sido notificado de que una carpeta médica psicológica que había presentado hace unos meses no estaba relacionada con el servicio. Esa resolución no le implicaba traslado ni sanción ni pasiva", aclaró. Pero la situación lo molestó.
"Cuando lo interceptan, él dice que salgan, que tenía el arma. En ningún momento la desenfundó ni apuntó, siempre estuvo sentado adentro del auto", aseguraron los voceros a La Arena. Luego de negociar por más de una hora, cerca de la medianoche se entregó y cuando llegó el fiscal, "ya había cesado en su actitud". En ese momento, se bajó del auto y entregó el arma.
Finalmente, se le garantizó que iba a ser recibido por "alguien encargado de la parte administrativa del Ministerio de Seguridad" y luego fue trasladado a Servicios Sociales de la Policía para su contención aunque no se ordenó su detención.