El Gobierno nacional decidió descontarle a Santa Fe el millón de vacunas contra el coronavirus que la provincia compró, lo que generó el lógico enojo en las autoridades santafesinas que fue admitido por la propia ministra de Salud, Sonia Martorano. “Provocó un poquito de ruido”, señaló la funcionaria.
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Lo que buscaba la Provincia con la compra de vacunas era acelerar la inoculación, pero si Nación le quita la misma cantidad no habría ninguna diferencia, y la gestión y el gasto provincial terminaría siendo en vano. “El objetivo era sumar dosis, por la quita de vacunas a jurisdicciones que compren por su cuenta generó un poquito de ruido”, dijo Martorano a Radio 2.
Cabe recordar que Santa Fe adquirió un millón de dosis del laboratorio Cansino que comenzarán a llegar en julio. La polémica medida nacional consiste en empezar a hacer recortes de dosis en cada envío que haga a Santa Fe hasta completar el millón. De esta manera, no habrá ningún avance en Santa Fe pese a la compra de vacunas, y encima deberá hacerse cargo de este gasto extra.
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“Supongo tiene que ver con un principio de equidad de quién pueda o no pueda comprar”, consideró la ministra, dejando en claro que hay muchas dudas respecto a esta determinación nacional, que lo que deja traslucir es un intento de monopolizar la adquisición de dosis.
El gobernador Omar Perotti había confirmado días atrás el acuerdo para la compra de un millón de vacunas Convidencia, elaboradas por el laboratorio Cansino, que tienen la particularidad de ser de una sola dosis. Además había adelantado que estaba en negociaciones para comprar vacunas Covaxin, Janssen y Sinopharm, pero a raíz de esta determinación nacional, habrá que evaluar si conviene o no que las adquiera.