A un mes del asesinato del chofer de cadetes del Liceo General Manuel Belgrano en Santa Fe, este lunes denunciaron que Martín Kunz quiso fugarse de la cárcel. El joven imputado por el crimen de Rubén Walesberg y el intento de homicidio de otros pasajeros trató de hacerse pasar por un hermano que fue a verlo.
El episodio se registró a partir de una visita durante la tarde en la Unidad Penitenciaria 2 de Las Flores. El exalumno de la escuela militar recibió allí a un pariente directo y sospechan que ambos habían acordado intercambiar identidades.
De acuerdo al relato de los guardiacárceles, Kunz aprovechó el parecido físico con su hermano para suplantarlo. Primero se mudó de ropa y se puso la vestimenta que trajo puesta el adolescente. Después consiguió llegar hasta la parte externa de la cárcel, pero los vigiladores se dieron cuenta del engaño a tiempo.
Tal como ocurrió el día del asesinato del chofer en un viaje hacia San Javier, el joven de 19 años quedó tendido en el piso y esposado a partir de la actuación de los agentes penitenciarios. En primera instancia, el chico que fue a verlo quedó al margen de la investigación del Ministerio Público de la Acusación (MPA) porque es menor de edad.
A partir de la denuncia en la cárcel de Las Flores, el fiscal Ignacio Lascurain dictó una serie de medidas para esclarecer la tentativa de evasión. La causa se suma a la que se abrió el 19 de agosto, cuando el recluso fue apresado por el crimen de Walesberg y el intento de homicidio de cinco adolescentes a los que llevaba por la Ruta Provincial 1.
¿Quién es Martín Kunz?
Martín Tomás vivía en Humboldt y lleva un mes bajo prisión preventiva por un asesinato que tuvo repercusión nacional. El MPA lo considera autor del asesinato a puñaladas del chofer de 71 años que transportaba a un grupo de estudiantes del Liceo Belgrano, donde también cursó la secundaria.
Los primeros testimonios obtenidos por la fiscal Ana Laura Gioria sugieren que el joven detenido actuó en venganza contra el padre de uno de los adolescentes que estaba a bordo. Algunos de ellos sufrieron heridas, pero todos quedaron fuera de peligro tras la intervención de la policía cerca de Colastiné.
Si bien ya no iba al liceo, fuentes oficiales aclararon que Kunz no fue expulsado de la escuela militar. En la primera entrevista con las autoridades a cargo del establecimiento, los investigadores constataron que tenía problemas de conducta y no participaba de actividades académicas.