Mauricio Macri viajó este jueves al norte santafesino donde no recibió a intendentes de las localidades de la zona pero sí a productores afectados por las inundaciones. Su visita poco protocolar sorprendió a más de uno. "Golpeó la puerta y nos reunimos en la casa de mi hermano", precisó con asombro uno de ellos.
Héctor Ayala es uno de los productores ganaderos que sufrió el avance de las aguas en los primeros días de enero. Tiene su campo en la localidad de Intiyaco, una localidad del norte de la provincia a 340 kilómetros de la capital provincial.
Ayala reconoció que había "una reunión prevista entre funcionarios y productores pero nunca nos imaginamos que iba a venir Macri". Y añadió: "Armamos todo en la mañana de hoy para recibir la comitiva, y en el encuentro también iban a participar algunos funcionarios".
"Cuando llegó la hora, empezamos a sentir un helicóptero y ahí es cuando nos damos cuenta que el que venía era el Presidente. Se armó un revuelo bárbaro", explicó con asombro el productor.
Ayala contó que el Presidente llegó de camisa celeste y zapatillas azules. Entró a la casa y lo acompañó el secretario de Agricultura y Ganadería, Luis Miguel Etchevehere. Dentro lo esperaban sólo ocho productores que, según el pedido desde Nación debían ser "chicos" y de zonas afectadas por la inundación.
Si bien el cónclave se iba a realizar en otro lugar pero desde Nación solicitaron que la reunión se de en una casa con los principales afectados y que no haya autoridades zonales.
Consultado en LT10 sobre cómo fue la reunión, Ayala explicó que "Se dio en una mesa común mientras compartimos los mates con pan casero". Duró media hora y el que empezó a hablar fue Macri mostrando su preocupación por las inundaciones de la zona.
El Presidente escuchó los pedidos y los planteos sobre la potencialidad de la zona y lo que se puede hacer en el lugar. Según cuenta el productor, una de las partes en la que más prestó atención Macri fue cuando "se le planteó la importancia del lugar para el engorde de ganado donde pueden comer más de un millón de animales que servirían para exportación".
Ayala es productor ganadero de Untiyaco y, según relató, tenía más de 2000 cabezas antes de las inundaciones y por las últimas cinco que se dieron en la zona su ganado bajó a la mitad.
