Un joven fue sancionado en su trabaja por permitirle a la familia de Agustina Imvinkelried ver las imágenes de las cámaras de seguridad del lugar. Le dijeron que "que no tenía por qué ayudar".
La sanción surgió porque Ezequiel Schaab, que es empleado de la estación de servicio Shell ubicada sobre ruta 6, mostró los videos el domingo en plena búsqueda de la muchacha.
"Yo entré a los 14 cuando llegan a pedirme las cámaras. En ese momento, yo no sabía la situación ni nada. Me contó lo que pasó, que el único dato que tenían era que la chica salió del boliche, se acercó a la estación y nadie la vio", relató el joven.
"En ese momento me quedé helado. Al contarme eso y la hora que era, lo primero que le digo es que sí, que fuéramos a mirar las cámaras", continuó.
"Vemos que no bajó en la estación. A los minutos cae la policía y yo accedo (a mostrarle el registro de las cámaras). Es lo mínimo que podía hacer", aseguró.
A raíz de esto, al día siguiente le dijeron que había violado las reglas y "que no tenía por qué ayudar".
"Era una situación en que segundos pueden cambiar las cosas", consideró el joven, justificando su accionar.
"Me dijo que tendría que haber sido frío, que en ese momento no iba a solucionar nada porque a esa hora la chica ya estaba muerta. Yo tengo una nena, tengo una hermana de esas edad y uno se pone en la piel de la familia", agregó.
"El miércoles me llega un telegrama de suspensión de cinco días sin goce de sueldo y un aviso por posible futuro despido. No le causé ningún daño a la empresa, no me entra en la cabeza ni la situación ni la suspensión", concluyó.