Una mesa operativa conducida por un comandante de Gendarmería y el Ministerio de Seguridad de Santa Fe determinó que los 2.900 efectivos de las distintas fuerzas federales (2.200 nuevos más los 700 ya presentes) comiencen a realizar "patrullajes" y "tareas de saturación" en Rosario y otras ciudades de la provincia, en el marco de operativos de prevención de ilícitos.
Los miembros de las fuerzas de seguridad federales -que en su mayoría ya están en la región- comenzaron con tareas operativas en las calles luego de que solo en Rosario se registraran 17 homicidios en los primeros 14 días del año, la mayoría vinculados al crimen organizado.
Concretamente en la ciudad trabajaron en los barrios Las Flores y La Granada, dos de las zonas más conflictivas y donde se produjeron algunos de los últimos crímenes. Se solicitó documentación a vehículos, se revisaron baúles y se pidió identificación a personas a pie.
Cabe destacar que la presencia de las fuerzas en esta zona no será estática, sino que estará subordinada a las necesidades que fije periódicamente la mesa operativa recientemente constituida en base a un mapeo criminal. Será esa misma mesa la que intervendrá en allanamientos de gran envergadura.
"Eso nos va a permitir racionalizar el empleo de la Policía de la provincia de Santa Fe, que está limitada en número, y hacer un uso más focalizado en función de los problemas criminales que vayan surgiendo", dijo a Télam el secretario de Seguridad provincial, Germán Montenegro.
De acuerdo al detalle comunicado por la cartera de Seguridad, estarán operativos 2.200 efectivos de Gendarmería y unos 700 de la Policía Federal, la Prefectura Naval y la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Esto podría ir variando de acuerdo a las necesidades.
También hoy se puso en marcha la primera Mesa de Coordinación Institucional en Seguridad con la participación de los intendentes de Rosario, Pablo Javkin; Villa Gobernador Gálvez, Alberto Ricci; y Pérez, Pablo Corsalini.
Allí, el ministro de Seguridad santafesino, Marcelo Saín, intentó desdramatizar la situación de violencia en Rosario al asegurar que "no es Sinaloa", por el estado mexicano con fuerte presencia del narcotráfico.
"Acá todo el mundo está en la calle. No veo una ciudad consternada", afirmó el ministro, para agregar que "la vida social de Rosario es muy prolífica. Esto no es Sinaloa".