Macarena Sánchez fue la primera jugadora de fútbol en firmar un contrato en Argentina, y fue quien se cargó al hombro la lucha por la profesionalización de este deporte para las mujeres, quienes siempre estuvieron excluídas. El martes 24 a las 15.30, la ex UAI volverá a la cancha frente a Lanús, pero ahora con la casaca de San Lorenzo.
El torneo de fútbol femenino profesional es uno de los primeros pasos de todos los que aún restan dar para conseguir la igualdad entre hombres y mujeres. "Es un primer paso importante y no hay que desmerecerlo ni sacarle importancia. Nos sirvió por la visibilidad y porque varias jugadoras van a cobrar", aseguró Maca en una entrevista mano a mano con Clarín.
"Cuando firmé el contrato sentí una emoción muy grande, pero personalmente no me cambió en nada, porque sigo entrenándome de la misma forma", dijo sobre su profesionalización, el pasado 12 de abril.
La futbolista contó que a Matías Lammens, presidente del 'Ciclón' y quien la ayudó en su lucha, lo conoció cuando recibió amenazas de muerte a través de Twitter.
El 9 de febrero, a Macarena le llegó un mensaje privado. "Yo ando sola por la calle, no me cuido, no tengo un patovica. Decidimos hacer la denuncia y además lo subí a las redes para que se supiera qué me estaba pasando. Pero después de eso me llegaron más". Y reveló: "Sigo teniendo el botón antipánico".
Entonces, Lammens se puso a su disposición, y juntos trabajaron en la profesionalización de los equipos femeninos de Argentina. "Nos pusimos a trabajar en ese proyecto que después le presentamos a la AFA. Era bastante más amplio y había puntos mucho más importantes que los contratos, como el fútbol infantil en los clubes. Creo que sólo se cumplieron dos o tres puntos", explicó.
Sin embargo, reconoce el cambio, y se alegra por lo conseguido: "Algo cambió. Se siente muchísimo y no hay vuelta atrás. Lo difícil va a ser forjar un fútbol feminista, porque hay jugadoras que no lo entienden, otras que no están informadas y otras a las que no les interesa".
Y agregó: "Por momentos, me olvido de lo que logramos, pero porque siento que faltan muchas cosas por cambiar. Quiero cambiar todo, me pongo mal y me olvido. Pero es un sueño lo que estoy viviendo: vivo del fútbol".
Para cerrar, fue contundente: "No tenemos que agradecer nada porque es lo que nos corresponde. Y si nos podrían dar mucho más, ¿por qué agradecerlo?".