Lorenzo "Lolo" Regonat, un pequeño de tan solo cinco años, jugaba en su casa de Reconquista cuando de repente cayó y no pudo volver a abrir sus ojitos. Los médicos confirmaron que había sufrido un aneurisma que le provocó la muerte cerebral.
La dramática escena transcurrió el martes, y la familia se encargó de comunicar con mucho dolor la triste noticia a través de las redes sociales. Pero además anunciaron que habían decidido donar los órganos de Lolo.
Este jueves por la tarde se pudo concretar la ablación de órganos, luego de que personal del Cudaio y del Incucai llegaran a Reconquista. "Ratifico la nobleza y la hermosura de esta gente. A pesar de que acá estamos todos llorando por la pérdida de Lolo, muchos chicos que esperan un órgano estarán felices", dijo el pediatra del Hospital de Niños de Reconquista.
El profesional contó al sitio Reconquista Hoy que se hizo todo lo posible para salvar a Lolo, pero no fue suficiente. "A los padres hay que decirle siempre la verdad –reflexionó el pediatra– aunque sea cruda. A nosotros también nos duele. El dolor no es igual, pero uno más trabaja en esto y más sensible se pone", dijo.
"Por eso es para destacar el gesto de los padres, porque el momento que están pasando es muy duro y realmente son personas con mucha nobleza", agregó.