Una investigación sobre la venta ilegal de carne vacuna sobre el límite interprovincial de Córdoba y Santa Fe derivó en el secuestro de casi 3 toneladas de mercadería no apta para consumo. Según fuentes oficiales, los comercios estaban conectados con una red de personas que utilizaban químicos para disimular el origen de la materia prima en descomposición.
Gendarmería Nacional informó este domingo que la operación fue desbaratada a través de nueve allanamientos realizados en San Francisco y Frontera. El procedimiento se llevó a cabo a partir de la intervención coordinada de los juzgados federales correspondientes a ambas localidades. Así lograron decomisar 2.771 kilos de carne contaminada.
Las autoridades a cargo de la inspección tomaron muestras de los cortes y prohibieron la comercialización de inmediato. De acuerdo a las pruebas recabadas, la mercadería provenía de una organización que faenaba y distribuía productos lavados y modificados con sustancias para adulterar el color.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) fue uno de los organismos estatales encargados de evaluar los locales donde se vendía la mercadería. También tomó cartas en el asunto el Ministerio de Agricultura y Ganadería de Córdoba y el área municipal de Bromatología.
Además del decomiso y la destrucción de la materia prima contaminada, los magistrados a cargo ordenaron la clausura de los establecimientos involucrados. Durante la requisa los gendarmes incautaron además armas de fuego, municiones, dinero en efectivo y documentación junto con dispositivos electrónicos y vehículos.