No lo podía creer: cuando fue a velar a la madre descubrió que le entregaron otro cuerpo

Hasta vistieron a la extraña con la ropa de la difunta mamá de Ariel Martínez. Fue en la clínica Ciudad en San Rafael.

No lo podía creer: cuando fue a velar a la madre descubrió que le entregaron otro cuerpo
ACOMPAÑA CRÓNICA: BRASIL TIROTEO - AME7195\u002E SUZANO (BRASIL), 14/03/2019\u002E- Cientos de familiares, amigos y vecinos acuden este jueves, al velatorio conjunto de seis de las diez víctimas fatales del tiroteo perpetrado ayer por dos adolescentes en una escuela pública, en el gimnasio municipal de Suzano, una ciudad del estado de Sao Paulo (Brasil)\u002E La masacre ocurrió el miércoles cuando dos exalumnos abrieron fuego en la escuela pública de secundaria Raúl Brasil y causaron ocho muertos y otra decena de heridos\u002E Los dos asaltantes también fallecieron, aparentemente al cometer suicidio\u002E Marilena Ferreira (59 años, coordinadora pedagógica) Eliane Regina Oliveira (38 años, inspectora de la escuela) y los estudiantes Kaio Lucas da Costa (17), Claiton Antônio Ribeiro (17), Samuel Melquíades Silva de Oliveira (16) y Caio Oliveira (15) son los fallecidos que descansan en este espacio\u002E EFE/ Sebastião Moreira

En medio del dolor por la pérdida de la madre, el hijo y familiares de Elodia Martínez atravesaron un momento que será largamente recordado pero por lo tétrico y a la vez inexplicable.

Cuando fueron a velar a Elodia de 88 años, se encontraron que la clínica les había entregado el cuerpo de otra persona aunque vestida con la ropa de ella.

El incidente ocurrió con la clínica Ciudad en San Rafael y lo dio a conocer Ariel Martínez, el hijo de Elodia o "Yaya" para su familia.

"Mi mamá falleció el lunes, no tenía Covid", comenzó aclarando y luego agregó "nos dijeron que el cuerpo era retirado por la cochería al otro día por la mañana y podía ser velado máximo una hora y media. El martes fui a la cochería y cuando me dejaron ingresar a la sala velatoria, poco antes de que llegara el resto de los familiares, vi que el cuerpo no era el de mi mamá, pero estaba con la ropa de ella", contó Ariel a Diario de San Rafael.

"Le dije lo sucedido al personal de la cochería, cerraron el cajón, fuimos hasta la clínica de vuelta y pregunté quién era el responsable. No me dijeron nada y expresaron que me fijara en otros tres cuerpos que había. ´Ahí alguno tiene que ser`, dijo uno de las personas que estaba en la morgue. De la cochería me comentaron que había un cuerpo que lo acababan de bajar, que no estaba cuando fueron ellos, y efectivamente era. Esto sucedió en la clínica Ciudad", continuó con el relato el hombre al diario sanrafaelino.

Martínez, que seguía sin entender lo que había ocurrido, respiró profundo y aseguró que "si a mí me hubieran dado el cuerpo con cajón cerrado, hubiera velado a una persona que no conocía, hubiera enterrado a una persona que no conocía y a la otra familia le hubiese sucedido exactamente lo mismo".

Ariel Martínez junto a su madre Elodia.
Ariel Martínez junto a su madre Elodia.

Luego de encontrar el cuerpo de la madre en la morgue de la clínica, como si nada hubiera pasado "le sacaron la ropa a esa mujer que no sé quién era, se la pusieron a mi mamá y la llevaron a la cochería", afirmó.

Ariel desligó a la cochería del confuso incidente ya que "les dijeron que fuera a buscar a mí mamá y la señora que trajeron tenía su nombre puesto en los cuerpos que había cuando ellos fueron", sin embargo no fue tan benévolo con la clínica Ciudad: "Evidentemente desde la clínica se equivocaron en identificar el cuerpo de mi madre. Me parece que en una situación de tanto dolor, como perder un ser tan querido, que te manden otra mujer es una falta de ética y profesionalismo total".

"Cosas para decir de esta clínica, y no voy a dar nombre porque no corresponde, hay muchas, prosiguió Martínez, este tipo de cosas son las que te hacen pensar que en este lugar a la tercera edad no la atienden como corresponde. Son miles las quejas que hay, de cada diez que entran se mueren nueve. Parece que los dejan morir porque tienen PAMI o porque simplemente no les interesan los abuelos".

El hombre admitió que no tiene recursos económicos para iniciar acciones legales, no obstante dejó la puerta abierta para que quien desee ayudarlo "si alguien quiere acercarse a hablar conmigo puede hacerlo".

Por último el afligido hijo aseguró que desde la clínica Ciudad "no se han comunicado conmigo. En este momento ya está mi mamá sepultada y haber tenido que pasar por esto, de entrar a una sala de velatorio para llorar a tu mamá y que no sea, y que otra persona esté con la ropa de ella, fue sumamente angustiante. No puede ser, esa es la clínica del terror", concluyó.