Entrenan a siete cachorros en la protección de ganado en el sur mendocino

Los perros protectores están en un criadero en Malargüe en el proceso de familiarización.

Entrenan a siete cachorros en la protección de ganado en el sur mendocino
Cachorros: perros protectores de ganado

A través del programa de Mitigación de Conflictos entre carnívoros y productores y de Perros Protectores, siete cachorros protectores junto a Lua, su madre, se encuentran en el criadero dispuesto por la Alianza Gato Andino y la WCS en Malargüe, para comenzar el proceso de familiarización con el ganado, proceso conocido como "impronta", para luego comenzar con las salidas y finalmente encontrar un grupo de caprinos en el campo.

La convivencia con el rebaño permite disuadir los ataques de los carnívoros silvestres, previniendo posibles conflictos entre estos y el ser humano.

La Dirección de Recursos Naturales Renovables, de la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial, junto a la Alianza Gato Andino, la WCS y el Municipio de Malargüe trabaja en el abordaje del conflicto Carnívoro-Ganadero a través del programa de Perros Protectores de Ganado, criando cachorros mestizos cuya genética es de pastor de Pirineos y pastor de Anatolia, razas que son afines a este tarea desde hace 6.000 años.

La intención es trabajara junto con los productores en la utilización de diferentes herramientas que ayuden a reducir los ataques de ganado por carnívoros silvestres. Uno de los métodos utilizados son los perros protectores de ganado. Los cachorros nacidos en el criadero, son improntados desde el nacimiento con ganado a fin de lograr lazos familiares entre los perros y el ganado para estimular, de ese modo, la futura protección del rebaño.

Otra herramienta que se propone es la utilización de disuasivos que actúan inmediatamente en el depredador por estímulos disruptivos, interrumpiendo el normal comportamiento del animal al provocarle neofobia, irritación o pánico. La sensibilidad que frecuentemente poseen los carnívoros frente a cambios inusuales en su ambiente intima al animal a no acercarse a un sitio determinado evitando el uso del área que se pretende cuidar. Los disuasivos pueden ser sonoros, visuales, químicos olfativos y gustativos.

Estos repelentes han sido probados para coyotes (Canis latrans), lobos (Canis lupus) y osos (Ursus sp.). Han mostrado ser efectivos bajo un uso correcto y ciertos tipos de manejo ganadero y con ciertas limitaciones. Son útiles para áreas pequeñas de pastoreo y/o en corrales pero no para pasturas amplias y abiertas; tienen un tiempo limitado de efectividad debido a que, transcurrido un tiempo, los carnívoros se acostumbran a la presencia y pierden el miedo.

Por lo tanto, usualmente el disuasivo que sea utilizado debe ser cambiado periódicamente.

En Payunia, desde 2014, WCS está utilizando luces intermitentes como disuasivos para pumas y zorros, con la participación de productores que prueban el método, monitoreando su efectividad para mejorar la herramienta. Actualmente estamos finalizando el desarrollo de un prototipo de disuasivo que combina luz y sonido, extendiendo el tiempo de uso para evitar el acostumbramiento de los depredadores.