Este miércoles se realizó la primera sesión formal del Concejo, luego de que se inaugurara el ciclo 2017 el pasado 1º de abril. Y en consonancia con las sesiones extraordinarias de enero y marzo, la jornada estuvo movida y la polémica se centró en la situación del Digesto Municipal, que fue devuelto al Ejecutivo técnicamente por unanimidad.
Según consignó Ignacio Mateucci, concejal del oficialismo y presidente del cuerpo legislativo: "Después de años de trabajo entre el sector público y el privado se logró ver que existían sólo un centenar de ordenanzas vigentes en la actualidad. Sin embargo, hoy se volvió a mandar el Digesto al Ejecutivo porque algunos no estaban de acuerdo con los artículos derogados".
Asimismo, solicitó que los ediles informaran detalladamente qué ordenanzas se transcriben en el texto de cada uno de los capítulos remitidos, y que se fundamente en cada caso la caducidad y/o derogación.
Los concejales del oficialismo que integran esa comisión, Danilo Petroni y Valeria Sánchez, no firmaron el despacho para la aprobación. Por su parte, Adriana González, del Frente Político Cívico y Social, sostuvo que el despacho que se devuelve "no es un capricho sino un acto de responsabilidad".
Otros proyectos
La concejala del Frente Peronista, Jorgelina Glorio, presentó dos proyectos relacionados a la situación docente, en los cuales se repudian las agresiones sufridas en Capital Federal y se pide la apertura de paritarias nacionales.
Frente a esta situación, María Laura Vásquez de Cambiemos manifestó que los docentes deberían estar dando clases para luego evaluar el aumento de sueldo.
A su vez, Glorio exteriorizó un tercer proyecto a través del cual se pide al Gobierno Provincial que se reabran las casas de abrigo para las víctimas de violencia de género.
Por un lado los concejales del Frente Renovador recordaron que ellos habían presentado un proyecto para crear la Casa Municipal y el bloque de Cambiemos puntualizó que las mismas fueron cerradas durante la gestión del kichnerismo.