Desde las últimas horas del 2017, un menor era buscado por el Servicio de Promoción y Protección de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes (Prodenya) luego de haber ingresado a la guardia del Hospital San Felipe con una afección en el ojo derecho.
Sin embargo, tras una emergencia que se suscitó en la sala de terapia intensiva, se demoró la atención y poco después desapareció junto a su madre. El pequeño había sido revisado y se le tomó una foto para ser enviada al personal especializado en oftalmología.
Sólo quedó sentado su nombre, Mateo López, y un número de documento. Pero ante la consulta en el Registro Civil, no aparecía ninguna persona con esos datos filiatorios, por lo que se desconocía si eran nicoleños o pernoctaban en la ciudad por las fiestas.
Con autorización del Fiscal de Menores, se solicitó la publicación de la imagen para dar con su paradero, dado que presentaba una infección que debía ser tratada con premura. Por fortuna, al tiempo de viralizarse, un familiar apuntó que estaban en Rosario.
Allí fue atendido en el Hospital Víctor J. Vilela, donde permanece internado y en tratamiento.