Un árbitro volvió a ser víctima de la salvaje locura que se vive en el fútbol. En este caso, el encuentro de cuartos de final entre Juventud Unida de Pergamino e Independiente de Chivilcoy se vio teñido de sangre luego de que los hinchas locales invadieran el campo de juego y golpearan brutalmente a la terna arbitral.
El encuentro, dirigido por Bruno Amiconi, debió ser suspendido a los 45' del segundo tiempo tras la expulsión de un jugador de Juventud, lo que provocó la inminente ira del público local, cuyo equipo caía por la mínima en su fortaleza. El réferi terminó todo ensangrentado y con un corte profundo en el medio de la cabeza.
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Debió ser derivado de emergencia al hospital local para suturarle las heridas, luego de reguardar su vida en uno de los baños. Por otro lado, los violentos locales también vandalizaron el micro de la delegación chivilcoyana y le rompieron todos los vidrios ante el casi nulo accionar de la policía.
Tras la golpiza –que quedó registrada como prueba en un video- , será el Tribunal de Disciplina el que evaluará la sanción correspondiente para el club. No se descarta que pueda quedar desafiliado o inhabilitado para competir en los torneos del interior o que sea desafectado de la categoría.