En el marco de un operativo conjunto entre la Dirección de Contralor e Inspección Ciudadana y la Dirección de Obras Privadas se desarrolló días atrás una inspección al supermercado chino de calle Pringles al 400, en el cual se detectaron irregularidades respecto de su habilitación.
Al momento de la intervención, no acreditaba la inscripción municipal además de utilizar más superficie en el sector depósito que la autorizada en el uso conforme. No obstante, las condiciones bromatológicas eran óptimas para su funcionamiento, pero igual fue clausurado.
Al día siguiente, la Dirección de Contralor labró otra acta por violación de clausura impuesta, que fue ratificada por el Juzgado de Faltas. El dueño rompió la faja y reabrió el local. Se solicitó el auxilio de la fuerza pública y después se cumplimentó de manera definitiva la clausura.
El titular del comercio fue citado a responder ante la Justicia para aportar la documentación respaldatoria de la habilitación municipal, y el Juez de Faltas, Dr. Martín Brignoli, lo condenó al pago de una multa de $60 mil, así como también a la demolición de la superficie excedida.
