En el 2013, el papá de la menor de 9 años que el jueves pasado ingresó a la guardia del Hospital San Felipe con signos de abuso, denunció a la Justicia a Pablo Fernández, actual pareja de su ex mujer y principal implicado en el hecho, dado que la pequeña le había confiado que en más de una oportunidad el padrastro le había tocado sus partes íntimas.
Textualmente, según consta en la denuncia, la victima narró y representó físicamente como Fernández metía su mano por debajo del pantalón y le tocaba la cola. Sin embargo, la acusación por Abuso Sexual Agravado que pesaba en su contra fue desestimada por la UFI Nº 4 y la causa Nº 11462/13 archivada un año después, precisamente en abril de 2014.
A partir de los alarmantes hechos, el padre solicitó en febrero de ese mismo año al Juzgado de Familia Nº 2 la tenencia de la menor, pedido que fue rechazado. La Justicia resolvió que la nena debía permanecer con su madre Carolina Gallardo, dado que al momento de la investigación no se constató abuso. La menor declaró también que era golpeada.
De acuerdo a lo apuntado por la familia paterna en diálogo con Prensa Libre, "el abuso sexual con acceso carnal le produjo un sangrado intenso vía vaginal y anal, por lo que debió ser suturada por los desgarros internos". Asimismo, en diálogo con Vía San Nicolás, la tía apuntó que espera condena por el aberrante acto, y que la madre pague por ocultamiento.
Es que el primer relato que Gallardo hizo a los médicos fue que se había caído de la bicicleta, versión que fue desestimada de inmediato y se dio aviso a la Comisaría de la Mujer y la Familia y a personal de Policía Científica para peritar las prendas. "Que se haga justicia, que estas lacras no salgan más. Mi sobrina está bien, pero le hicieron mucho daño", sostuvo.