Tras el anuncio de Ismael Passaglia para asumir como titular del Instituto de Vivienda Provincial, las voces a favor y en contra empezaron a aflorar, y dentro del peronismo las críticas hicieron mella y hasta se abarajó la posibilidad de expulsarlo del partido como afiliado y como autoridad partidaria provincial y congresal.
Según pudo saber Vía San Nicolás, circuló un borrador con el pedido, e incluso se solicitaba que se abstuviera de utilizar la expresión "Frente para la Victoria" o referenciarse al peronismo. Pero todo volvió a una tensa calma, y habrá que esperar por las nuevas alianzas de cara a los próximos comicios.
Por su parte, el diputado provincial por el massimo, Lisandro Bonelli, fue lapidario y sentenció que "el intendente traicionó a la ciudadanía". "Cuando la gente te vota, tenés que cumplir con el mandato popular y quedarte hasta el último día", sostuvo en entrevista, a la vez que disparó que "le van a pasar factura".
En la misma línea, Omar Vera, dirigente local del Movimiento Evita, apuntó que Passaglia es una hombre de gestión y no de política, y pidió que se continúe con el plan que se prometió durante la campaña que era servicios, seguridad y pavimento.
Una postura más laxa mostró Adolfo Suárez Erdaire, edil de Cambiemos, quien manifestó que su espacio político es muy amplio y que busca el beneficio de todos los habitantes.
En conferencia de prensa, Passaglia había argumentado que su decisión era lo mejor para San Nicolás porque "se va trabajar para traer más recursos". Sin embargo, parece que una parte de la ciudad no tomó de la mejor manera este cambio de funciones, y lo evidenció con pintadas en la vía pública.