Este miércoles, en la Escuela N°6 “Santa María Eufrasia” del barrio Pucará de la ciudad de San Luis, una pelea entre dos adolescentes terminó con uno de ellos apuñalado. Cerca de las 9.30 se habría producido la riña entre los dos adolescentes de 16 y 17 años. Sin embargo, los problemas vienen desde hace larga data.
Según reveló una fuente policial cercana a la investigación, el enfrentamiento habría iniciado cuando uno de los jóvenes agredió una estudiante. Ante esa situación, un primo hermano de la chica salió en su defensa y enfrentó al provocador, quien sacó un cuchillo y le dio un “puntazo” durante el enfrentamiento.
Esta pelea durante un recreo terminó con el más grande de ellos herido con dos puñaladas. Esto, por supuesto, generó preocupación en la comunidad y las clases fueron suspendidas en la Escuela.
Sobre este conflicto, las madres de los jóvenes involucrados hablaron con medios locales.
“Durante el recreo, se acercó a mi hijo “J.S.”, lo comienza a insultar y empujar, pegándole una piña en la boca. Mi sobrina intenta defenderlo y en ese momento el agresor sacó un cuchillo con la intención de herir a mi sobrina”, explicó Carolina Pizarro a El Chorrillero, madre de “R.P.”, el agresor que actuó aparentemente en defensa de la adolescente.
La mujer manifestó que los problemas vienen desde hace al menos dos años e incluyen tiros y unas 30 denuncias. En la entrevista con el mencionado medio, contó que, durante el fin de semana, los familiares del otro adolescente involucrado le “tirotearon” la casa.
Pizarro, además, mencionó a otras personas con quienes en otras oportunidades han tenido problemas judiciales. Ellos serían los desencadenantes de la situación ocurrida este miércoles en la escuela.
La mujer mencionó en su relato a un hijo de Daniela Sosa. “Mi hijo le ha dicho en varias oportunidades a Pizarro que su hijo lo molestaba, e incluso lo agredía en la calle, pero ella solo se ocupó de hacerlos pelear aún más”, se defendió Sosa.
La mujer, inclusive mostró las marcas de los disparos de arma de fuego que se registraron contra su vivienda del barrio Pucará.
Hasta el momento, ambas familias esperan por la intervención de la Justicia en esta historia de violencia sin fin.