Matías Virano es maestro especial y trabajaba en el Instituto Sawá, en San Luis, pero por la crisis económica que vive la institución, quedó sin trabajo. Es por eso que decidió emprender el regresó a su localidad natal en Nueva Galia, junto a su esposa y dos hijos. Asimismo los alumnos y padres le organizaron una colecta sorpresa para ayudarlo.
El maestro dio clases durante siete años en la institución y formó un vínculo con los chicos, y con los padres, que según expresaron a El Diario de la República: "Será imborrable".
Matías es papá de dos niños pequeños y alquilaba en la ciudad de San Luis, pero al quedarse sin empleo decidió regresar a su pueblo. Como quedó adeudándole propietario, tuvo que dejarle sus pertenecía a modo de garantía.
Los padres de sus alumnos al enterarse de su situación organizaron una despedida sorpresa y reunieron dinero para ayudarlo a viajar.
Tanto cariño brindado, de alguna forma le fue devuelto, porque Matías también recibió el llamado del Intendente de Nueva Galia y le ofreció un puesto para que pueda recomponer su vida y la de su familia.
Muy emocionado, antes de partir, le agradeció a todos la despedida sorpresa, la colecta e incluso jugó con los chicos un rato al fútbol - una de sus pasiones - y para recordarlo por siempre, se sacaron una foto todos juntos en la plaza Pringles.