El miércoles el oficial Cristian Olguín encontró sobre una de las mesas del patio de comidas, de la EDIRO (Estación de Interconexión Regional de Ómnibus) en la capital puntana, un bolso de mano y un portafolio que contenían $350 mil, algunos dólares y diferentes documentos.
Olguín emprendió la búsqueda del propietario y le preguntó a algunas personas que se encontraban por la zona, pero al no tener una respuesta positiva decidió resguardar los objetos en la delegación policial, según informó El Chorrillero.
Pero a los minutos del hallazgo un hombre de apellido Molina se presentó diciendo ser el dueño. Allí explicó la razón del olvido: fue por "socorrer a un perro".
Molina no lo podía creer, "antes de retirarse, con mucha alegría, felicitó y agradeció a los efectivos por su accionar", aseguró una fuente de la Policía Provincial.