Patricia Edith Menedín de 45 años, vivía en la localidad de Nogolí, en San Luis, fue encontrada muerta el lunes a la mañana por los perros de la Policía, semienterrada en el fondo de su vivienda y envuelta en una frazada con sus manos en el pecho y un ramo de flores con una tarjeta que decía: "te amo mucho, mi amor".
El martes a las 9 la médica forense Marcela Gómez le hizo la autopsia a Menedín, pero no quiso dar detalles sobre la pericia. El estudio fue presenciado por la jueza de instrucción Penal 3, Virginia Palacios, y el jefe de la división Homicidios, subcomisario Javier Sosa, quienes al retirarse de la morgue judicial de San Luis tampoco quisieron dar declaraciones alegando que están en plena investigación.
Sin embargo, una fuente extraoficial reveló a El Diario de la República que Menedín murió desangrada por una o más heridas punzocortantes. Esa información se condice con lo que había trascendido el lunes, luego de que destaparon el cuerpo de la víctima, acerca de que se le veía en el cuello una herida que daba la impresión de ser producto de un puntazo.
Además, durante la primera inspección, realizada por la División Homicidios, en casa de Menedín hallaron un cuchillo clavado en la tierra, que fue secuestrado para someterlo a análisis ya que podría tratarse del arma homicida. También en una carretilla encontraron manchas que serían de sangre, lo que los llevó a suponer que el homicida la usó para cargar el cuerpo de Menedín y llevarlo hasta el lugar donde lo enterró.
Patricia vivía sola en una casa hecha de barro, no tenía hijos, familiares o parientes.
El martes la jueza Palacios y hombres de Homicidio allanaron dos domicilios, uno fue el de Patricia y el otro el de su vecino y ex pareja, Aldo Gatica, ubicada apenas treinta metros. En ambos lugares secuestraron objetos, aunque no trascendió cuáles.
Gatica fue quien radicó la denuncia de paradero de Menedín ya que no la veía desde el jueves y tampoco tenía noticias de ella, además cada vez que se iba de viaje ella le pedía que alimentara a sus mascotas, pero ésta vez no lo hizo.
Un rumor que trascendió indicaría que Patricia había tomado la decisión de ponerle fin a la relación que mantenía hacía meses con Hugo Fabián Huegaburgo, un muchacho casi quince años menor que ella que llegó a Nogolí a trabajar en la construcción del club Defensores. Pero él se resistía a terminar con ella, según lo que dicen en el pueblo.
Lo otro que llamó la atención es que Huegaburgo pocos días antes de que encontraran el cadaver de Patricia se fue del pueblo. Él trabajaba como sereno en una obra de la localidad y según trascendió el miércoles había comunicado su renuncia.