Hasta la noche de este lunes, el estado de Roberto Javier Escudero era crítico, igual que la noche del sábado, cuando entró al Policlínico Regional "Juan Domingo Perón" de Villa Mercedes. El hombre, de 39 años, pelea por mantenerse con vida tras recibir un balazo en la cabeza.
Si logra recuperarse, lo que la víctima pueda contarles a los investigadores sobre lo que vivió hace dos días puede ser de gran valor. Fue atacado a tiros desde un auto, en la vereda de su casa, en el barrio Tres Esquinas.
Por el momento tratan de localizar al agresor a través de lo que las cámaras de seguridad hayan registrado sobre el vehículo en el que se movilizaba el tirador.
"Escudero fue intervenido quirúrgicamente. Permanece con asistencia ventilatoria y pronóstico reservado", informaron los voceros del Ministerio de Salud.
El balazo que lo mantiene en estado grave ingresó y salió por el costado izquierdo de la cabeza. Según lo que le comentaron los médicos a la Policía, si consigue mejorar, el hombre tendrá secuelas irreversibles de por vida, como, por ejemplo, la pérdida de la vista en el ojo izquierdo y la alteración o pérdida de algunas funciones que son comandadas por el hemisferio izquierdo del cerebro.
Hasta este lunes, los policías de la Comisaría 30ª y de Homicidios revisaban las filmaciones de las cámaras instaladas en la esquina de Amaro Galán y Pringles, las más próximas a la cuadra donde ocurrió el ataque.
También habían hablado con los vecinos de la víctima, que escucharon y vieron cuando Escudero fue baleado. Pero lo que esos testigos pudieron aportar no fue mucho, comentó el comisario general Oscar Contrera, jefe de la Unidad Regional II. No por falta de colaboración, sino porque al momento de la agresión la oscuridad de la noche y la falta de iluminación en la zona, que está ubicada en la parte trasera del Cementerio Municipal, no les permitió ni siquiera distinguir el color del auto desde el que abrieron fuego.