El jueves alrededor de las 8, la Policía de San Luis encontró el cadáver de Carlos Jesús Camargo, de 76 años, en el interior de su casa sobre calle Sargento Cabral 75, entre Julio A. Roca y Chubut, del barrio Kenedy de la ciudad de San Luis. Estaba maniatado, amordazado y golpeado; la autopsia confirmó que murió a causa de un fuerte golpe en la cabeza.
Durante la noche del jueves peritos de la División Criminalística realizaron pruebas con luminol, para detectar manchas de sangre, y encontraron huellas que coinciden con el rastro que más temprano, a las 11:20, dos perros rastreadores marcaron. Es para dilucidar hacia dónde pudo dirigirse el o los agresores.
Uno de los canes salió desde la puerta de la casa del jubilado y avanzó por Sargento Cabral hacia el sur, giró hacia el este, por calle Chubut, y cruzó hacia la vereda este de Santa Fe. Dio unas vueltas entre los domicilios próximos a esa esquina, y regresó; el otro animal hizo un recorrido similar, sólo que caminó unos 70 metros más por Santa Fe, hacia el norte, aunque no se movió de la zona, según informó El Diario de la República.
Pasadas las 21, una fuente de la investigación reveló que la prueba con luminol también marcó un rastro en dirección idéntica a la de los animales. Ahora resta analizar que el material genético pertenezca a la víctima o al asesino.
Patricia Gallardo, médica legista del Cuerpo Profesional del Poder Judicial, determinó en la autopsia que la causa de muerte Camargo fue por "un traumatismo cráneo-encefálico grave", producido con algún objeto contundente o con una patada, por ejemplo.
Por su parte Marcos Flores Leyes, el juez Penal que lleva el caso, estuvo en el lugar del crimen pero pero se abstuvo de dar detalles. De todos modos este viernes hay rueda de prensa.