La historia del sanjuanino “manicuro” que rompió con los estereotipos de género

Se trata de Agustín Lara, quien se convirtió en el primer varón de la provincia en dedicarse a la manicura.

La historia del sanjuanino “manicuro” que rompió con los estereotipos de género
Agustín Lara es manicuro y contó su historia de cómo superó los prejuicios y se animó a dar el paso de hacer lo que hasta ahora ningún sanjuanino se había animado.

Agustín Lara es un joven sanjuanino cuya historia rompe los estereotipos impuestos por la sociedad sobre las cosas que pueden o no hacer los varones. Es que, por las mañanas atiende en una oficina pública mientras que por las tardes oficia de “manicuro”.

Sin ningún tipo de pudor, Agustín contó a Diario Huarpe que “siempre sentí un gusto particular por ver cómo las mujeres se pintaban las uñas. Fue gracias a Tik-Tok y los cientos de videos de técnicas, colores y decoración que terminaron de atraparme y animarme a recorrer este fascinante mundo”. Fue Andrea Carrillo la persona que comenzó a guiarlo en este camino y le entregó el certificado que lo habilita para realizar este oficio.

Según relató, todo comenzó en marzo de este año. En ese momento emprendió sus primeros pasos en el área: “Empecé con mis uñas en primer lugar y también aproveché las manos de mi expareja y las de mi hija. Fueron mis primeras modelos”, contó.

En un rinconcito del negocio de la familia, Agustín empezó con su emprendimiento con apenas una mesita y dos sillas: “Me costó mucho, pero me animé a poner lo necesario para trabajar en el espacio que actualmente me presta mi mamá en su local. Acá recibí a mis primeras clientas y de las que tengo el orgullo de decir que se fueron muy felices con el trabajo terminado. No lo imaginé así, pero hoy se convirtió en otra fuente de ingresos, a la par de mi trabajo como administrativo en la Junta de Clasificación Docente”.

Cuando le consultaron sobre los prejuicios y la discriminación que podría llegar a sentir sobre hacer algo que hasta el momento es llevado a cabo casi exclusivamente por mujeres, respondió: “Por qué? Para mí no hay cosas de hombres o mujeres. Lo elegí como hago con todo, si me gusta a mí y no le hago mal a nadie, es suficiente. Mi mantra fue repetirme una y otra vez ‘a la mier... el qué dirán. Soy feliz con lo que hago’”.

Agustín Lara se animó a dar el paso de convertirse en manicuro y lo cuenta con orgullo.
Agustín Lara se animó a dar el paso de convertirse en manicuro y lo cuenta con orgullo.

A pesar de tener todo tan claro, la discriminación que sufrió fue complejo de afrontar, sobre todo en su entorno familiar, ya que “no fue algo que aceptaron desde el comienzo, pero hoy soy el manicuro de todos ellos”, y luego agregó: “Al principio, cuando empecé a mostrarme con las uñas pintadas en público, la gente empezó a tildarme de rarito, incluso llegaron a pensar que había cambiado mi orientación sexual, pero aprendí a convivir con esos comentarios y aceptar que siempre van a haber opiniones que no van a coincidir con mi pensamiento libre”.

Es cierto que la situación económica actual no es del todo propicia para los emprendedores que arrancan de cero, pero Agustín se animó de igual manera con Nails’n Rock: “La competencia es dura en este rubro. Hubo colegas que me escribieron sólo para tirar mala onda, me acusaban de estar invadiendo un espacio que es sólo de mujeres y que me robaba posibles clientes”, se sinceró, a la vez que con las clientas también le pasó lo mismo: “A algunas de ellas les gusta y me apoyan. Otras lo ven mal e incluso se enojan, dicen que no debería meterme en estas cosas”.

De cara al futuro, el “manicuro” sanjuanino sueña con abrir su propio local, ya que ahora trabaja en uno prestado: “Estoy arrancando de cero. Tengo una caja de herramientas con todo lo necesario para hacer un buen servicio, que me acompaña en el local o cuando me piden que vaya a domicilio. Soy consciente que es bastante humilde, pero doy lo mejor de mí. Con calma y sin apuro, espero llegar a lugar propio”, se sinceró.

“Hasta el momento no atendí a ningún hombre, pero estoy seguro de que hay más de uno al que le gustaría y no se anima. Dejen de pensar en el que dirán y hagan lo que sientan que les hace bien”, contó, y, por último, resaltó que su hija está maravillada con la idea de que su propio padre le pinte las uñas y también se ilusiona con ayudarlo cuando sea grande.