A menos de un mes para que empiece el Mundial de Qatar 2022, la locura por el álbum y las figuritas sigue latente. Y aunque por muchos meses fue noticia su faltante o alto costo, una docente sanjuanina decidió emplear su creatividad para que sus alumnos pudieran conseguir uno, pero además dejarles una enseñanza de esas que te marcan de por vida.
Se trata de una escuela ubicada en la localidad sanjuanina de Calingasta, más precisamente de la escuela Jorge Newbery. Ahí una docente decidió emplear toda su creatividad para que sus alumnos no solo tuvieran sus propias figuritas del mundial, sino que aprendieran valores para la vida.
La idea surgió porque la mayoría de los chicos no consigue el álbum oficial porque ningún comerciante lo vende. Por eso en el 4to grado decidieron tomar cartas en el asunto para poder fabricar y obtener sus versiones.
Todo empezó cuando un niño llevó a la escuela un ejemplar del álbum y un paquete de figuritas que le había regalado su tío. Todos sus compañeros se emocionaron al verlo, pero estaba fuera del alcance de toda la clase.
Fue al ver la decepción de los pequeños, que la maestra del 4to grado, Silvana Pizarro, les propuso un plan a los niños. La idea consistía en vender “cosas dulces” en los recreos, juntar plata y tratar de conseguir y comprar un álbum con figuritas.
El objetivo de esta idea fue darles la posibilidad de divertirse completando entre todos un álbum comunitario, y también, que aprendieran a que con esfuerzo propio y trabajo duro se concretan metas.
Lejos de quedarse ahí, una de las madres decidió hablar con la maestra y le propuso imprimir un álbum para cada uno de los 12 alumnos. Con un poco de ayuda, estas dos mujeres consiguieron el álbum y las figuritas y se pusieron manos a la obra.
Con la plata de las ventas que realizaban los chicos y con una impresora hogareña, los 12 pequeños obtuvieron su álbum de figuritas. Luego de imprimir las 80 páginas de cada álbum, la madre también los hizo encuadernar con dinero de su propio bolsillo. Y el miércoles pasado, llevó los ejemplares a la escuela para, junto con la maestra, entregárselos a los chicos.
Ahora sigue la impresión de las figuritas, pero lejos de regalárselas a los chicos, la maestra pidió que la distribución de las misma no sea gratis, para seguir educando en valores. La idea de la docente es que los niños aprendan que hay que esforzarse para conseguir los objetivos.