Florencia Elizabeth Ledesma había salido a correr, como parte de su rutina cotidiana. Salió de su casa ubicada en calle La Laja, en la localidad Villa Ampakama de Las Lomitas, en Albardón. Lo que ni ella ni nadie iban a poder imaginarse era que no iba a regresar a su casa y que una jauría de perros iba a acabar con su vida.
//Mirá también: Terrible ataque de perros en San Juan: una joven salió a correr y murió tras ser mordida por una jauría
Con el correr de las horas comenzaron a conocerse más detalles de la desgarradora historia que tiene como protagonista a la joven de 23 años. Según publicó Diario de Cuyo, Florencia llamó a su hermano para pedir auxilio mientras estaba siendo atacada por los canes.
Ella había salido a hacer ejercicio en una zona descampada cerca de su vivienda. Eligió una senda de tierra que atraviesa las fincas aledañas y en su camino se cruzó con entre 6 y 7 perros que, al verla, la atacaron. En un acto lógico y de desesperación, la joven intentó huir a través del campo pero se dio cuenta de que no iba a poder escapar. Alrededor de las 19.45, llamó a su hermano Enzo, quien estaba cumpliendo funciones en el D9, ya que es agente de la Policía.
Inmediatamente, Enzo Ledesma agarró una moto y se dirigió hasta el lugar donde su hermana estaba siendo atacada por los perros. En el transcurso, seguían comunicándose telefónicamente: el testimonio del hombre indica que ella le decía por teléfono que los perros la estaban mordiendo y seguía pidiéndole ayuda de manera desesperada. Luego de recorrer la zona, a eso de las 21, Enzo pudo encontrar a su hermana pero la escena era totalmente trágica. Florencia estaba tendida en una huella, a 300 metros al noroeste del lugar inicial, al costado de una finca. Estaba inconsciente y aún estaba siendo atacada por los animales.
//Mirá también: Dolor en las redes por Florencia Ledesma, la joven que murió tras ser atacada por una jauría
Ante semejante situación, el hombre trató de espantarlos y los perros se abalanzaron sobre él. Por eso, Enzo comenzó a disparar con su arma reglamentaria y logró que los perros huyeran. A esa altura, ya había pedido ayuda a sus colegas y también a otros familiares, quienes pudieron trasladar a Florencia hasta una ambulancia que la llevó hasta el hospital de Albardón. Lamentablemente, la joven murió camino al centro de salud como consecuencia de las heridas provocadas por las mordeduras en sus brazos, torso y piernas.