San Juan atraviesa la peor sequía de los últimos 100 años y esto se ve reflejado en la fuerte baja que sufrieron las reservas de agua en los diques. Sin embargo, el primer vuelo realizado por las autoridades de Hidráulica en la cordillera arrojó un buen nivel de nieve caída durante el invierno.
El secretario del Agua, Ramiro Cascón, confirmó que las mediciones de altura de nieve que transmitían las estaciones meteorológicas fueron cotejadas con el vuelo realizado el pasado jueves. “Tenemos un año mejor, pero estamos por debajo de un año promedio. El año pasado fue tan bajo que no es difícil superarlo. Siempre es buena noticia que estemos mejor, pero hay que ponerlo en ese contexto de que no hemos salido de la crisis”, afirmó en Diario La Provincia SJ.
Si bien el invierno que pasó estuvo marcado por un mayor número de nevadas, esto no garantiza más provisión de agua en el verano. En ese sentido, los especialistas son cautos al momento de opinar sobre la disponibilidad de agua, dado que existen varios factores que pueden alterar los valores finales.
“Además de tener mejor escurrimiento, hay que mejorar los niveles de reserva de los diques y de los acuíferos subterráneos que hay que planificar de su recarga para disponer de estos”, señaló el Cascón. En los próximos días esperan hacer un segundo vuelo sobre otras estaciones meteorológicas para echar luz sobre la cantidad de nieve acumulada.
Por qué es tan importante que nieve en San Juan
La provincia tiene dos ríos principales: San Juan y Jáchal. Durante los meses de mayor temperatura, ambas cuencas se alimentan del deshielo de la nieve caída y consolidada en el invierno en la cordillera de Los Andes.
En la actual crisis hídrica que vive San Juan, en julio del 2021 sólo se había acumulado 20 centímetros de nieve en la cuenca del río San Juan, contra más 1,80 metros que se midieron en julio de este año cuando las condiciones aún permitían tomar esos valores.
La esperanza de los especialistas es que este año comience una curva ascendente de temporadas frías que permitan realimentar los embalses y también el acuífero subterráneo luego de años pobres en cuanto a agua.