El último sábado a primera hora, un joven de 23 años identificado como Matías Molina fue víctima de una brutal paliza en Chimbas. Según informaron, fue una patota la que lo atacó, aparentemente queriéndole robar el celular. Como consecuencia de la golpiza y de un puntazo en la zona abdominal intercostal, quedó internado en terapia intensiva del Hospital Rawson.
El informe policial relata que la agresión a Molina ocurrió en el Barrio Santa María. El joven salió de su casa cuando fue sorprendido por un grupo de sujetos que lo abordaron para robarle, entre otras cosas, un celular. La víctima se resistió al ataque y enfrentó a los delincuentes, quienes no solo lo golpearon sino que también le propinaron un puntazo de arma blanca.
Luego, los atacantes se marcharon y Molina regresó a su casa, ubicada a unas tres cuadras. Aparentemente, los agresores habían estado en una fiesta en las inmediaciones y no serían de la zona. Personal de la Comisaría 17ma trabaja en el hecho a través de las cámaras de seguridad para poder identificar a los delincuentes. Si bien los dispositivos de CISEM no llegan a captar toda la agresión, los uniformados buscan imágenes de cámaras privadas que puedan colaborar con la identificación de los responsables.
La madre de la víctima relató a Diario de Cuyo: “Nosotros vivimos en el barrio Santa María, en Chimbas. Emmanuel se preparó para ir a rendir, le saqué una foto y le deseé suerte. Él salió a esperar el micro y vio que cerca estaba terminando una fiesta. Mientras esperaba, dos muchachos pasaron y lo miraron. Después, llegaron con tres más y empezaron a amenazarlo para quitarle la mochila”.
Luego, prosiguió: “Mi hijo les dijo que iba a la universidad y que no tenía nada de valor. Incluso les abrió la mochila para que vieran que sólo llevaba libros y apuntes. Pero los muchachos le seguían pidiendo plata. En ese momento empezaron a forcejear, le pegaron piñas y cachetadas y le sacaron el celular. Después se fueron. Pero de golpe aparecieron otros dos y, mientras uno le pegaba, el otro lo apuñaló debajo de la costilla izquierda. Después salieron corriendo”.
Finalmente, la mamá de Molina contó: “Lo intervinieron dos veces, le pusieron un drenaje y quedó internado en Terapia Intensiva. El sábado estuvo muy complicado, pero domingo su estado era estable y de a poco se está recuperando. Ahora pudimos hablar con él y lo único que le interesa es poder volver a la universidad para rendir. Mi hijo trabaja en un corralón por la mañana y en la tarde estudia. Tiene una beba de 6 meses pero aún no puede vivir con su pareja porque no tienen un lugar. Juntos ya se compraron todos los muebles y él quiere terminar la carrera para tener un sueldo y poder conseguir la casa para su familia. Es increíble que esta gente le haya hecho esto”.
