La mamá de la nena de 11 años que fue violada y embarazada por su padrastro está en una complicada situación judicial. Cuando estaba a punto de la excarcelación, la Fiscalía le pidió al juez que considere la imputación de un delito de mayor gravedad. Según la fiscal Claudia Salica, la mujer "eligió" no pedir ayuda cuando se enteró que su hija estaba embarazada y hasta permitió que las aberraciones ocurrieran al lado de su cama.
La acusada está detenida en los calabozos de la Comisaría 25°, luego de que la niña confesara en una escuela del Médano de Oro las aberraciones sufridas a manos de su padrastro. El juez Benito Ortiz, del Primer Juzgado de Instrucción, resolvió imputarla de manera provisoria por el delito de "abandono de persona". El hecho fue denunciado por docentes del establecimiento educativo y no por la mujer.
Sin embargo, según publicó San Juan 8, la Fiscalía elevó un pedido de imputación con un grado de participación de la mujer en los reiterados abusos que sufrió su hija por parte de su pareja. Quieren que la calificación cambie a "partícipe necesaria en comisión por omisión en el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado".
“La madre tuvo la posibilidad de evitar lo que estaba ocurriendo pero no lo hizo, ello habida cuenta que pese a haber podido recurrir a la Justicia, a los docentes, comisaría o a profesionales idóneos para que escucharan y revisaran a sus hijas cuando conoció de los abusos y advirtió el embarazo (una de las tantas consecuencias de éste), eligió no hacerlo", dice el texto que expuso la fiscal ante el magistrado.
La abogada defensora, Mónica Sefair, había presentado la excarcelación. Pero si el juez da lugar a esta nueva imputación la implicada podría continuar detenida. De hecho podría recibir la misma pena que el autor, en caso de ser llevada a juicio.