El ingeniero sanjuanino, Alberto Mattar, causó un gran revuelo la semana pasada por pasearse en tanga y con un maletín en la mano por el medio de la Plaza 25, la más importante de la provincia de San Juan. A una semana del escándalo, el diario Tiempo de San Juan, informó que ya no hay trans y travestis ejerciendo el trabajo sexual en la histórica zona roja de la provincia. "La zona está despejada sin trabajadoras sexuales en las esquinas. Y si bien no hay trabajadoras sexuales en este lugar, si los hay en otros puntos del micro centro sanjuanino", publicó el medio digital.
Es que la protesta en tanga de Mattar era porque en la puerta de su casa, ubicada en la calle Córdoba, entre Güemes y Caseros, en la Capital de la provincia, había chicas trans y travestis ejerciendo la prostitución. "Estoy cansado, hago denuncias y nadie me escucha", gritaba Mattar cuando decidió protestar en paños menores.
"Hay un quilombo bárbaro, nos quieren correr de esta zona, y sacarnos los subsidios, nosotros pedimos encontrar un trabajo digno y que podamos estudiar, y así salir de esto", dijo una de las chicas al mismo diario local y pidió resguardar su identidad.
La misma persona también aseguró que, luego de la protesta, están recibiendo más críticas y discriminación "Nosotras vamos al INADI a denunciar a todos aquellos que nos insultan tratándonos como hombres", dijo la chica trans. Mientras los vecinos sostienen el reclamo, las transexuales y transgénero sanjuaninas reclamaron, este lunes, frente al Centro Cívico y pidieron mayores oportunidades para poder trabajar e integrarse a la sociedad y que se cumpla la ley de cupo laboral trans. "No nos dan una oportunidad de hablar y de expresarnos", dijo la misma joven a Tiempo de San Juan.