El 22 de julio Paula Liuzzi encontró en la puerta de su casa una brujería que la llenó de miedo y desesperación: una caja con arena, una cruz de sal, maíz y dos fotos de ella y su hijita menor. Esta sanjuanina ya perdió una hija y es conocida en la provincia por su activismo. A un mes de aquel episodio que generó la solidaridad de la gente, en diálogo con Tiempo de San Juan Paula aseguró estar tranquila y que encontró refugio en la fe.
La mujer asegura estar tranquila, dijo que sumó seguridad en su casa. Puso cámara y una chapa perforada debajo de la puerta por donde metieron el trabajo. Paula estuvo reunida con el conocido sarcedote Rómulo Cámpora, quien le explicó el origen de esos trabajos, según dijo. "Él me explicó que quienes hace estas cosas, bien o mal, invocan al demonio, que lo mejor para responder es invocar a Dios que nos proteja", indicó.
Paula dijo que está tranquila, que se siente protegida debido a la cantidad de gente que la incluyó en cadenas de oración. Aseguró que para otras personas un hecho de estas características puede llegar a no ser tan impactante, pero que ella atravesó el dolor de perder una hija y por eso la brujería cobró un significado extra.
"La verdad es que hay un montón de cosas que me han dado tranquilidad, he tenido mucho apoyo que no me esperaba. Nunca fui a nadie a que hiciera algo para "revertir" eso, aunque muchos me llamaron", agregó la mujer. A pesar del mal momento vivido, Paula agradeció la solidaridad sanjuanina y sólo espera que la Justicia avance en la causa por amenazas que inició.