La llegada de las bajas temperaturas dejó en evidencia algo más que un importante incremento en las garrafas de gas. En algunos casos, principalmente en los departamentos alejados de la Capital, la garrafa se consigue con un nada despreciable sobreprecio. El tubo de 10 kilos, por ejemplo, que es el que más utilizado, se consigue hasta un 69% más caro en Jáchal, Iglesia y Calingasta que lo que señala la tarifa oficial de las distribuidoras.
Según un relevamiento realizado por Diario De Cuyo, el valor establecido por el Gobierno nacional llega a los 225 pesos, mientras que las zonas alejadas de la Capital el costo llega hasta los 380 pesos. Desde Defensa del Consumidor de la provincia, reconocen que el organismo tiene pocas herramientas para enfrentar el problema ya que el control de los precios es potestad de la Secretaría de Energía de la Nación. Para morigerar estos sobreprecios, el ente provincial sugiere a los municipios que realicen una compra semanal a precios oficiales en las distribuidoras y que sean las municipalidades quienes las comercialicen.
En San Juan, aproximadamente el 50% de las casas de familia cuenta con conexión a la red de gas. Otro porcentaje similar, es decir unas 100 mil familias, deben recurrir a las garrafas para calefaccionarse en invierno, cocinar y bañarse. A los sobreprecios se les suma otro inconveniente: algunos días las distribuidoras oficiales no cuentan con stock, lo que obliga a los consumidores a retornar al día siguiente con el gasto extra que ello conlleva. Un caso atípico ocurre con los tubos de 45 kilos, elegidos en los domicilios que no cuentan con conexión a la red pero que sí poseen un mayor poder adquisitivo: si bien su costo oficial es de 1.485 pesos, conseguirlos se convierte en una odisea.