En un juicio abreviado, un hombre de 51 años admitió ante el juez Maximiliano Blejman (Sala III, Cámara Penal) haber violado y abusado de su hija biológica durante 12 años. El sujeto es un empleado municipal, quien tras un acuerdo firmado por su defensor Hernán Caparroz y el fiscal José Eduardo Mallea fue sentenciado este miércoles a 12 años de prisión.
El aberrante hecho pasó en San Juan, en 2016. La víctima es una joven de 22 años con retraso mental, quien desde los 10 fue sometida a monstruosos abusos sexuales. Nunca fue a la escuela y sufría de golpes e insultos por parte de sus familiares. Lo peor es que padecía numerosos abusos y violaciones de su padre, quien la tenía amenazada.
Según relató Diario de Cuyo, la muchacha le confesó su drama a su madre y ésta no le creyó. Tuvo que recurrir a una tía, quien sí escuchó su calvario y denunció el caso ante la policía en septiembre de 2016. A los dos meses la Justicia mandó a detener a su padre.
Después de una larga investigación que duro casi dos años, el sujeto llegó a juicio. El informe psicológico, que lo describió como una persona capaz de cometer el grave delito que le atribuían, lo dejó en evidencia. Y acorralado, el municipal se hizo cargo de los hechos y aceptó recibir 11 años y 10 meses de condena.